Para el año 2050, el 70% de la población mundial vivirá en las ciudades y ante escenarios de cambio climático, las alcaldías se verán obligadas a rediseñar estos espacios urbanos para que se adapten a las nuevas condiciones ambientales.
“Se nos presenta una oportunidad para innovar (...) Si lo logramos, el futuro de las ciudades será sostenible, bajo en carbono y enfocado al bienestar del ciudadano”, comentó David King, representante especial para cambio climático del Ministro de Relaciones Exteriores del Reino Unido, durante su visita a Costa Rica.
Esta semana, King presentó el mapa Dinámicas Humanas del Cambio Climático , elaborado por el Centro Hadley de la Oficina Meteorológica del Reino Unido.
Según este mapa, se prevé un incremento en la temperatura promedio de 4 °C en Centroamérica y en días calurosos de verano podría llegar hasta los 6 °C en Asia, Europa y Norteamérica.
Eso tendrá un impacto en los ecosistemas y por ende, en la disponibilidad de recursos naturales para solventar las necesidades de los habitantes, lo cual puede empeorar si continúan los patrones de consumo de la población.
Por ejemplo, el mapa ilustra cómo el cambio climático podría afectar a la economía mundial en regiones conectadas comercialmente debido a los cambios en el rendimiento de los cultivos, las sequías, las inundaciones y el efecto de las altas temperaturas.
También muestra cómo muchas regiones con escasez de agua en el mundo podrían enfrentarse a un aumento en la frecuencia y duración de las sequías y, al mismo tiempo, con la demanda de agua para la agricultura y para el consumo de una población creciente.
“Aunque se calcula que la población mundial llegará a los 9.000 millones en este siglo, el crecimiento poblacional no es el verdadero problema. El reto es mantener estándares de bienestar como los actuales cuando existe un crecimiento acelerado de los consumidores”, destacó King.
Otro estilo de vida. En este sentido, el bienestar debe disociarse del consumo para así poder sobrevivir y adaptarse a un planeta en condiciones de cambio climático.
Por ejemplo, y bajo esta premisa, el diseño de un carro se centraría en su función y no en su aspiración como un objeto que confiere al propietario una condición social.
Además, desde su concepción, ya se prevé la disposición final del residuo y lo incorporaría nuevamente a la cadena productiva como materia prima.
“Las capitales del futuro deben poder caminarse y ser atractivas para que la gente viva en ellas”, dijo King y agregó: “No podemos abandonar ninguna infraestructura en las ciudades. Se deben aprovechar los espacios entre los edificios para parques y zonas verdes”.
En ese sentido, las ciudades deberán diseñarse con más claridad de los cambios ambientales y los desafíos que ello impone pero, sobretodo, impulsando condiciones para que las personas ejerciten su conciencia ambiental como, por ejemplo, crear vías especiales para bicicletas junto a la creación de carreteras.
Eso sí, King advirtió : el proceso debe hacerse con la gente. “Debemos diseñar soluciones y no una ciudad que sea trofeo”, dijo.
El mapa está disponible para consulta en la siguiente dirección: http://www.metoffice.gov.uk/climate-guide/climate-change/impacts/human-dynamics.
Además, en ese apartado hay información suplementaria la cual contribuye a su interpretación.