Manzanillo, Limón. Más de 50 años tuvieron que pasar para volver a ver una lapa verde en el Caribe Sur costarricense.
Esa realidad cambió desde hace cuatro años gracias a The Ara Project , un plan privado, dedicado a la reintroducción de lapas verdes y rojas en el país.
La iniciativa –dirigida por costarricenses– ha liberado 32 lapas verdes en las montañas de Manzanillo, en Limón, durante los últimos cuatro años.
Actualmente hay 12 individuos a la espera de ser liberados en los próximos meses.
Las aves nacen en cautiverio en un criadero ubicado en Punta Islita, Guanacaste, y a los pocos días son trasladadas a Manzanillo.
Allí permanecen en una jaula grande hasta cumplir 18 meses, edad en las que son consideradas adultas y capaces de sobrevivir sin asistencia y en libertad.
“Cada lapa se queda dentro de la jaula hasta que consiguen el tamaño adulto, que es de 90 centímetros aproximadamente”, explicó la francesa Valeria Beraud, encargada de campo del proyecto.
“Este proceso también se hace para que ellas se acostumbren al clima, el ambiente y los sonidos”, agregó la experta.
Tras ser liberadas, las lapas pasan tres días sin alejarse del punto de liberación hasta que toman confianza. Cada individuo se identifica con un anillo que se coloca en una de las patas.
A inicios de mayo de este año, una de las lapas liberadas en Manzanillo fue hallada por autoridades ambientales cerca de la frontera con Costa Rica. El ave, conocida como Baloo, fue devuelta al país y entregada al Ministerio de Ambiente y Energía (Minae).
Durante el periodo de cautiverio, las aves son revisadas periódicamente por un veterinario y por funcionarios de vida silvestre del Minae. “Para programar una liberación es necesario verificar las condiciones del clima porque no es conveniente que se haga en días muy lluviosos”, concluyó Beraud.
The Ara Project mantiene 22 parejas de lapas verdes para su reproducción, que ocurre una vez al año. “El proyecto nació por una pareja de estadounidenses que llegó al país en 1982 y por muchos años se dedicaron a la conservación de aves; ellos ya no están el país, pero al retirarse en 2008 me contactaron y me dijeron que querían que el proyecto quedara en manos de costarricenses”, comentó Fernanda Hong, bióloga y directora ejecutiva del proyecto de conservación.
La agrupación también reintroduce lapas rojas a lo largo de la costa del Pacífico. En esa costa se han liberado 70 individuos en los últimos 10 años. La idea a largo plazo es crear un corredor biológico para lapas verdes en todo el Caribe. “Para ello necesitamos trabajar en tres ejes, reintroducción, reforestación de árboles afines a la especie, y educación entre la población”.
Peligro de extinción. Este tipo de aves está muy amenazada en el país. De acuerdo con esta organización solo hay registros de 25 parejas de lapas verdes en las montañas de Sarapiquí, Guápiles y Siquirres.
“El declive de la lapa verde en el país inició hace más de 50 años, aunque es complicado precisarlo con exactitud”, sostuvo Hong.
“Con respecto a la lapa verde, es muy difícil precisar cantidades de individuos en el país porque son realmente pocas y hay poca investigación sobre ellas”, afirmó Enrique Pucci, empresario ligado The Ara Project.
Según el biólogo especialista en aves Otto Monge, hay varios factores que complican la reproducción y la liberación de lapas verdes.
“El problema de la lapa verde es que depende mucho del árbol de almendro, y este tiene una madera muy comercial, por lo que es muy difícil encontrar un hábitat adecuado para estos animales”, indicó el experto.
The Ara Project trabaja con la Escuela de Veterinaria de la Universidad Nacional.