La fuente musical e iluminada que se convertirá en el principal atractivo de la renovada plaza de la Cultura empezará a funcionar a partir del próximo 14 de noviembre a las 7 p. m.
Ese día se hará el acto oficial para inaugurar las obras, aunque se estima que la plazoleta estará abierta desde unos días antes. Durante el evento habrá un concierto al aire libre con la Banda Municipal de San José.
Rafael Marín, arquitecto del Banco Central, aseguró que ya se hizo una recepción provisional de la obra el pasado 31 de octubre y que la entrega definitiva se tiene programada a más tardar para el 7 de noviembre.
Actualmente, se están revisando detalles y ayer empezó la limpieza final de la plaza.
“Es un proceso muy lento porque son máquinas que van quitando residuos de concreto, pintura y otros detalles. Esperaríamos que este proceso lleve de seis a siete días”, afirmó.
Icónica. La fuente, que se convertirá en el nuevo símbolo de la popular plaza, estará totalmente abierta y transitable, pues el objetivo es que se utilice como un espacio de juego y recreación para los más pequeños.
El propósito, según explicó Marín, es brindar una zona de entretenimiento similar a los que se ofrecen en otros países o en centros privados, pero que sea accesible para que lo pueda disfrutar toda la población.
De acuerdo con el arquitecto, esta obra tiene una capacidad de 35 metros cúbicos de agua, que se mantendrán en un reservorio colocado en el pavimento bajo el piso y que mide un poco más de 50 metros cuadrados.
Las 52 boquillas colocadas en ese espacio expulsarán agua en sincronía con tonadas musicales y un espectáculo de luces. La fuente cuenta, además, con sistemas inteligentes que regulan la altura de los chorritos según las condiciones del viento.
Las obras también incluyeron el cambio total del piso de concreto, el cual fue sustituido por un pavimento de gres porcelánico.
Este cambio era necesario no solo por el deterioro que sufría la superficie, sino porque al ser el techo de los Museos del Banco Central, ya se estaban presentando filtraciones de agua que ponían en riesgo las piezas arqueológicas que ahí se resguardan.
La iniciativa incluyó la construcción de rampas para el acceso de personas con discapacidad.
“La parte fundamental del proyecto, junto con la impermeabilización, es que la gente encuentre un espacio más brillante, más claro y seguro. Se hizo pensando en reactivar todo el espacio urbano de San José y que se enriquezca el rescate del centro histórico así como el paseo de los Museos”, explicó el arquitecto.
Las obras representaron una inversión de alrededor de $3,3 millones y estuvieron a cargo del consorcio formado por las empresas GCI Ingeniería S. A., Constructora Gonzalo Delgado S. A. y Consultora Salper S. A. Todo el trabajo de remodelación tardó siete meses, durante los cuales la plaza se mantuvo cerrada.
Vigilada las 24 horas. Al estar completamente abierta, uno de los principales retos que enfrentará la nueva atracción josefina es estar a salvo del vandalismo.
Para esto, el personal del Banco Central colocó cámaras de vigilancia y se dispondrá de oficiales de seguridad en toda la plaza.
Sin embargo, la principal apuesta es generar cultura entre la población y que las personas por sí solas, al ver la obra finalizada, asuman el compromiso de cuidarla y se conviertan en sus principales guardianes.
“Espero que la gente sepa apreciar que se hizo esta intervención con el fin de reactivar todo un espacio urbano de San José; la idea es que los ciudadanos vean un espacio bonito y esto deberá traducirse como un espacio en nuestra cultura”, dijo Marín.