La recomendación nutricional es comer cinco porciones de frutas y verduras al día para tener una vida sana y prevenir enfermedades.
Si usted es mujer, podría procurar que de las 35 porciones semanales tres de ellas sean de fresas o de arándanos azules ( blueberries ), pues esto también le ayudaría a bajar el riesgo de un infarto.
Así concluye un estudio realizado por la Escuela de Salud Pública de la Universidad de Harvard (EE. UU.) y de la Universidad de Norwich (Reino Unido). La investigación se hizo en 93.600 mujeres en Estados Unidos e Inglaterra entre los 25 y los 42 años durante 18 años.
Cada cuatro años las participantes completaron una encuesta detallada sobre sus hábitos de vida y alimentación y se les tomaba su presión arterial, ritmo cardíaco, peso y talla.
Durante el periodo del estudio, se dieron 405 ataques al corazón. Las mujeres que consumieron fresas y arándanos azules tuvieron un 32% menos de riesgo de un ataque al corazón, independientemente de otros factores de riesgo como la edad, hipertensión, historia familiar de infartos, obesidad, sedentarismo, fumado o ingesta de alcohol o cafeína.
“Los arándanos azules y las fresas pueden ser fácilmente incorporadas en la dieta de cada mujer; solo este cambio traería un impacto significativo para los esfuerzos de prevención”, dijo en un comunicado de prensa Eric Rimm, autor de la publicación.
Las razones. ¿Qué hace a estas frutas tan valiosas en la prevención de un infarto? Los investigadores señalan que estas tienen un tipo de antioxidante llamado antocianina que dilata las arterias y previene las formaciones de placas de calcio y de grasa en esta zona, con lo que la sangre fluye mejor hacia el corazón y al resto del cuerpo.
En Costa Rica, las mujeres son menos propensas a los infartos que los hombres, sin embargo, esta tendencia va en aumento.
Estudios realizados por la costarricense Hannia Campos, investigadora de la Universidad de Harvard, detallan que la edad promedio del primer infarto entre las ticas son los 62 años.