La Caja Costarricense de Seguro Social (CCSS) lanzó esta semana un plan piloto que busca mejorar el diagnóstico del virus de papiloma humano (VPH) y evitar muertes por cáncer de cuello de útero, un mal que afecta a cientos de ticas cada año.
El virus del papiloma humano (VPH) es un microorganismo de transmisión sexual asociado al cáncer de cérvix, pues puede infectar células del cuello uterino. A veces, el cuerpo combate la infección, pero en otras ocasiones, se forman lesiones que derivan en cáncer.
Es la infección de transmisión sexual más común; casi todos los hombres y las mujeres sexualmente activos la contraen en algún momento de sus vidas.
Se puede adquirir al tener relaciones sexuales orales, vaginales o anales con una persona que presente el virus. La mayoría desconoce que es portador.
Por eso, el país ha decidido emprender una lucha más articulada. La nueva iniciativa nacional consiste en un programa integral que incluye, por primera vez, la elaboración de pruebas de detección temprana en los Equipos Básicos de Atención Integral en Salud o Ebáis del país.
El plan piloto en las sedes comienza en San Rafael y Barranca de Puntarenas. Este tiene por objetivo “alcanzar a 500 mujeres voluntarias de entre 30 y 64 años y, más adelante, extender el programa al resto de las comunidades del país”, aseguraron las autoridades en un comunicado oficial de prensa.
La oferta. Para hacer realidad esta misión, los médicos nacionales usarán aparatos de alta tecnología. Con ellos, la primera meta es definir si la paciente está infectada por el virus del papiloma humano (VPH) a partir del análisis de su ADN.
Si es así, los doctores tendrán también las herramientas para identificar el tipo específico de virus y, con ello, el riesgo potencial de desarrollar un cáncer de cérvix o de cuello de útero.
Nótese que existen más de 100 tipos del virus del papiloma humano. Aunque la mayoría de estos son benignos y no producen efectos en el cuerpo, aparte de verrugas genitales, 13 de estas cepas están directamente relacionadas con el desarrollo de cáncer de cuello uterino en mujeres infectadas con el VPH.
Una vez que se determina que el virus está presente y cuál es la cepa, se puede efectuar a la paciente una colposcopía.
Este examen es una intervención mediante la cual un instrumento ilumina y magnifica el cuello del útero para que un especialista pueda observar en detalle sus células y ver si se han formado lesiones de riesgo.
El nuevo plan de la CCSS incluye también educación sobre los riesgos de contraer este mal.
Para que el programa se extienda por todo el país, eventualmente se hará un llamado a la participación voluntaria de mujeres de entre 30 y 64 años en los Ebáis.
Por año, se diagnostican en Costa Rica unos 400 casos de cáncer de cérvix. La incidencia y mortalidad han bajado: mientras en el año 2000, la incidencia era de 50,5 por cada 100.000 mujeres y la mortalidad de 7,8 por cada 100.000, 10 años más tarde, esos datos cayeron a 27,1 (2011) y a 5 por cada 100.000 mujeres (2013).