Una persona que, independientemente de su religión, cree en un dios paternal, benevolente y misericordioso tiene menores preocupaciones y es más tolerante con las incertidumbre de la vida que quienes tienen la imagen de un dios indiferente o castigador.
Así lo señala un análisis de dos investigaciones realizadas por el Hospital McLean, en EE. UU., centro de psiquiatría adscrito a la Facultad de Medicina de la Universidad de Harvard.
El primer estudio analizado tomó en cuenta a 332 personas de organizaciones religiosas que agrupaban distintas ramificaciones del cristianismo y del judaísmo, y otro grupo de quienes decían creer en Dios sin seguir una religión.
Este reporte indicó que las personas que creían y confiaban en Dios tenían menores niveles de preocupación y eran más tolerantes en los momentos difíciles que quienes no confiaban en que su dios pudiera ayudarlos.
En el segundo estudio participaron 125 personas de entre 18 y 60 años, en su mayoría judíos.
Ellos estuvieron en un programa de dos semanas en el que se les ponían videos para que aumentaran su confianza en Dios y disminuyeran su miedo.
Al cabo de estas dos semanas, los participantes no solo habían reducido su miedo y su imagen de un dios indiferente o castigador, sino que también tenían menos estrés, preocupaciones y dudas, y eran menos intolerantes.
Aplicación médica. Los investigadores de este estudio, publicado en la revista Journal of Clinical Psychology , señalan que las creencias espirituales de las personas deben tomarse en cuenta a la hora de dar terapia psicológica o psiquiátrica.
“La mayoría de los terapeutas no está preparada para conceptualizar cómo las creencias espirituales pueden influir en la forma en que las personas ven la vida. Sus creencias deben ser tomadas en cuenta en un tratamiento para que los pacientes avancen más rápidamente”, cita el informe.
Los autores del documento señalan que sería más fácil para muchos pacientes salir de una depresión o situación difícil, si la fe o la espiritualidad son tomadas en cuenta durante su terapia.
“Muchas áreas de la espiritualidad están relacionadas con factores emocionales y psicológicos, y es necesario tomarlas en cuenta. Es un asunto de salud mental y emocional, no un asunto de religión”, dijo en un comunicado de prensa David Rosmarin, coordinador del análisis.