El medio ambiente está en estado crítico y estudios científicos comprueban que esta situación enferma y mata cada vez a más personas.
Solo en Costa Rica, un 15% de las muertes son causadas por la contaminación del suelo, el agua y el aire (incluye el fumado pasivo); la exposición a químicos; los efectos del cambio climático y ciertos traumatismos (heridas, golpes o accidentes) que se relacionan con factores ambientales.
Así lo señala el informe Ambientes Saludables y Prevención de Enfermedades , de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
La contaminación, en el amplio sentido, puede ser detonante para el desarrollo de una enfermedad crónica. “Un aire muy contaminado, por ejemplo, sube el riesgo de cáncer de pulmón y de infartos o derrames cerebrales. Lo mismo sucede con algunos químicos”, expresó en un comunicado de prensa, María Neira, directora del departamento de Salud Pública, Medio Ambiente y Determinantes Sociales de la Salud de la OMS.
Sin embargo, Costa Rica tiene un ambiente relativamente más sano que el registrado en el promedio mundial, donde el 23% de las muertes se atribuyen a daños ambientales.“Todo lo que hacemos puede afectar al medio ambiente y a nuestra salud. Por ejemplo, si utilizamos el carro para recorrer una distancia corta vamos a ser más sedentarios y aumentaremos las emisiones (de contaminantes)”, manifestó Eugenio Androvetto, director de la Unidad de Protección al Ambiente Humano del Ministerio de Salud.
El análisis. Para llegar a estas conclusiones, los investigadores de la OMS tomaron información de 180 países para analizar calidad de agua, aire, suelo, acceso a agua potable y manejo de desechos, así como las estadísticas sobre hechos violentos asociados a factores ambientales.
Esos datos se estudiaron para ver hasta qué punto estos aspectos podrían causar hasta 100 tipos de enfermedades o heridas.
El documento asegura que, en Costa Rica, cada año se dan 3.099 fallecimientos atribuidos al medio ambiente. De ellos, 2.213 (71%) son por enfermedades crónicas, que incluyen infartos, derrames cerebrales y cáncer, entre otros. A eso se le unen 770 muertes por traumas violentos y 116 fallecimientos por enfermedades infecciosas (como gripes y dengue, por ejemplo).
Ambiente dañino. Las muertes no son la única consecuencia de tener un medio ambiente insalubre.
En Costa Rica, en los últimos diez años, la población ha perdido 170.403 años de vida saludable y libres de discapacidad debido a enfermedades ligadas a factores ambientales. En otras palabras, el mal cuido del medio ambiente hace que la gente experimente una reducción en los años de vida que goza con buena salud.
Las enfermedades crónicas son el grupo que genera una mayor cantidad de años saludables perdidos, con 111.024.
Le siguen 41.082 años perdidos en traumatismos y 18.297 por males infecciosos.
“Tenemos indicadores de salud muy buenos, pero hay factores ambientales que afectan: el manejo de los desechos, por ejemplo, es algo que debemos mejorar. También el perfil de enfermedades en Costa Rica está cambiando. Ya no vemos muertes por diarreas o malaria, pero sí enfermedades como infartos o derrames, que son más complejas de tratar”, expresó Fernando Llorca, ministro de Salud.
En el mundo. El reporte de la OMS sostiene que cada año 12,6 millones de personas fallecen en el planeta por insalubridad del ambiente.
Esta es la segunda vez que la OMS realiza este informe. El primer análisis fue en el 2006 . Hoy, 10 años después, se revela que se han logrado pocos avances y que los retos son mayores.
Las poblaciones más vulnerables ante la situación son los adultos mayores y niños. Por año, se podrían evitar 1,7 millones de fallecimientos en menores de edad y 4,9 millones de muertes de personas entre los 50 y los 75 años si tan solo se mejorara la gestión ambiental.
¿Qué hacer? La respuesta no es sencilla, pues involucra a gobiernos, municipalidades, grupos comunales, hogares e individuos.
Dentro de las recomendaciones generales de la OMS están incrementar el acceso a agua potable y adquirir tecnología para mejorar la disposición de los desechos, además de generar campañas educativas sobre el lavado de manos. Además, se establece que las regulaciones para prohibir el fumado en sitios públicos son necesarias para conseguir una mejor salud.
Según Androvetto, el tema nos compete a todos: “desde nuestros hogares podemos ayudar separando los desechos y reciclando, e incluso denunciando si vemos que alguna fábrica cercana emite más gases y humo de la cuenta, o si el agua del tubo le está saliendo más turbia”, manifestó el funcionario .