Los niños son más propensos a comer alimentos con calorías “vacías” –las que no aportan valores nutricionales para la salud y más bien son responsables de aumento de peso y más grasa en el cuerpo– que los adultos.
Así lo señala un estudio del Instituto para la Prevención del Cáncer de Estados Unidos que fue publicado en la revista
Según la investigación, casi el 40% de la dieta de los más de 3.000 niños y adolescentes estudiados proviene de fuentes de grasa sólida y de azúcares. Asimismo, los niños consumen menos frutas vegetales que los adultos.
La mitad de las calorías vacías de los menores proviene de seis comidas: refrescos gaseosos, bebidas de fruta enlatadas o embotelladas, postres lácteos, postres de harina,
Además, las bebidas endulzadas (gaseosas o refrescos de fruta) proveen el 10% de la ingesta total de calorías en un día.
Los azúcares están entre los principales causantes del aumento de la obesidad y los problemas cardiovasculares en la niñez y adolescencia, según el estudio.
“Reducir el consumo de bebidas endulzadas con azúcar debería considerarse como un método dietético crítico para reducir el riesgo cardiovascular en la niñez”, explicó en un comunicado de prensa la cardióloga del Centro Médico de la Universidad de Rochester Rae-Ellen W. Kavey, una de las investigadoras.
Según datos de la última Encuesta Nacional de Nutrición del Ministerio de Salud, el 40% de los niños costarricenses tiene sobrepeso; de ellos casi la mitad padece obesidad.
Esta situación también aumenta la incidencia de presión arterial alta en la niñez tica. La última
“Hace unos 10 años, los casos de hipertensión infantil que tratábamos eran niños con malformaciones congénitas en el corazón, riñones o arterias. Era muy raro ver a un niño hipertenso por malos hábitos de vida. Pero ahora diagnosticamos al menos dos o tres casos de niños hipertensos al mes debido a sus malos hábitos y estilos de vida”, explicó Sara Fernández, jefa de la Unidad de Nefrología del Hospital Nacional de Niños.
Según los especialistas costarricenses, el sedentarismo y el alto consumo de grasas y azúcares son culpables del aumento del sobrepeso, la obesidad y males crónicos en los menores de edad.
Evitar comidas rápidas y dulces y aumentar las actividades físicas en los niños es necesario para acabar con este problema de peso.