Altas temperaturas, trabajos físicos muy fuertes y poca hidratación llevan a los trabajadores de la caña de azúcar a sufrir un desbalance en su temperatura corporal.
Esto se conoce como estrés térmico, y fue objeto de análisis durante tres años por el Instituto Regional para el Estudio de Sustancias Tóxicas (IRET), el Centro Mesoamericano de Desarrollo del Trópico Seco (Cemede), ambos de la Universidad Nacional (UNA), y la Escuela de Seguridad Laboral e Higiene Ambiental del Instituto Tecnológico de Costa Rica (TEC).
El estrés térmico se da porque el cuerpo debe mantener una temperatura de entre 36 °C y 37 °C, y cuando este se expone a altas temperaturas debe luchar para estabilizarse.
Además, cuando se hace esfuerzo físico el cuerpo genera calor, y el organismo debe luchar aún más para mantener su temperatura.
Cuando ambas cosas se combinan, el cuerpo debe luchar aún más, y en muchas ocasiones se da un desbalance.
“En condiciones normales el cuerpo mantiene bien su temperatura, haga frío o calor, pero llega un punto en donde debe luchar para mantener esta temperatura y así realizar sus funciones básicas. Hay ocasiones en las que no se logra y la temperatura sube”, explicó Jennifer Crowe, investigadora del IRET.
Aún se desconocen los efectos de este síndrome; no obstante, varios científicos afirman que el estrés térmico es una de las posibles hipótesis de la epidemia de enfermedad renal crónica que afecta a los trabajadores agrícolas en Centroamérica .
En Costa Rica , el mal funcionamiento de los riñones en personas jóvenes se da en trabajadores de la caña en Guanacaste, a tal punto de que el mal en esta provincia triplica el promedio nacional.
El estudio. Durante tres periodos de zafra, los investigadores vieron cómo eran los trabajos. El número de trabajadores en cada periodo de estudio varió entre 50 y 111. Se midió la temperatura y se utilizó un índice de calor llamado TGBH, que mide la humedad y la brisa.
“No es lo mismo estar a 30 grados con el tiempo seco o con el tiempo húmedo, la sensación para el cuerpo también es diferente si hay brisa o no”, dijo Crowe.
Además, se midió el esfuerzo físico de cortar la caña para ver cuánto calor interno genera.
“Vimos que hay condiciones de estrés térmico casi todos los días. A las 9 a. m., cuando apenas van por la mitad de la jornada laboral, tienen desbalance de temperaturas. En varios casos esto se daba desde las 7 a. m., cuando apenas llevaban una hora de labores”, comentó Crowe.
Los científicos también hicieron encuestas de síntomas para ver los efectos, y pruebas de orina para medir la deshidratación, pero esto aún está en análisis.