La tristeza, la ansiedad y síntomas similares a los de la depresión son comunes cuando una mujer está embarazada. Y si ella padece este trastorno desde antes, el impacto durante los meses de gestación será mayor.
No obstante, el yoga sería solución para bajar estos síntomas y que la mujer esté tranquila, feliz, así como con energías para enfrentar el parto.
Estos son los resultados preliminares de un estudio de la Universidad de Brown, EE. UU.
El análisis, publicado en la revista Women’s Health Issues , nació porque muchas mujeres se niegan a tomar antidepresivos por miedo a afectar el feto, pero también son más reacias a llevar terapia psicológica. Entonces, la psicóloga Cynthia Battle decidió buscar respuestas en terapias alternativas y una de ellas fue el yoga.
“Se trata de ofrecer una gama de opciones más amplia a las mujeres con estos síntomas”, manifestó Battle en un comunicado de prensa.
“Lo que no queremos es que sufran durante este proceso, en el que es vital tener emociones estables”, añadió.
Paso a paso. En este proyecto piloto, primer paso para una futura investigación mayor, la psicóloga Battle reclutó a un pequeño grupo de embarazadas (34 participantes) con síntomas de depresión.
Ellas se sometieron a un programa de 10 semanas de yoga, con un instructor especializado en embarazadas y mujeres en período de lactancia.
Antes de comenzar, a las mujeres se les h izo una prueba para determinar su nivel depresivo. Esta misma evaluación se les aplicó a la mitad del programa (cinco semanas) y al finalizar.
Al analizar los resultados, se vio que las mujeres pasaron de tener síntomas moderados de depresión a síntomas leves, incluso algunas ya no mostraban estos padecimientos.
Battle es consciente de que tales resultados no son definitivos, pues debe hacerse un estudio con más participantes, pero sí es un punto de partida.
La experta recalca que la mujer con depresión ya diagnosticada y que lleva terapia con medicamentos, debe consultar con su psiquiatra o su ginecólogo la necesidad de continuar o suspender el tratamiento, pues no todos los fármacos perjudican al feto. El yoga puede usarse como complemento de la terapia tradicional