La manera en que adaptaron su dieta a los cambios en el clima dio una ventaja al hombre ( Homo sapiens ) sobre el neandertal ( Homo neanderthalensis ).
Para llegar a esta conclusión, un grupo paleontólogos analizaron el tipo y grado de desgaste dental de 52 molares fosilizados de neandertales y hombres del Paleolítico Superior, periodo que se remonta a 45.000 años.
A partir de este análisis, publicado en la revista Plos One , los científicos dedujeron la dieta de estos homínidos y lograron relacionarla con las condiciones climáticas de la época.
Las diferentes estrategias alimenticias de los humanos pudieron aventajarlos sobre los neandertales en un ambiente caracterizado por cambio en el clima debido al último periodo glaciar, el cual tuvo lugar entre 110.000 y 10.000 años antes de nuestra era.
“La alternancia entre fases frías y cálidas reconfiguró el paisaje una y otra vez. Algunas veces, el hábitat era una estepa y otras veces eran bosques”, explicó Sireen El Zaatari, autora del estudio, en un comunicado.
“Uno hubiera esperado que los neandertales se adaptaran mejor a las condiciones climáticas tan duras en la Edad de Hielo en Europa. Ellos se desarrollaron allí; en cambio, los hombres modernos anatómicamente emergieron en África y solo migraron a Europa mucho después”, agregó El Zaatari.
Eso sí, los científicos aclararon que los molares de los neandertales y humanos no coinciden temporalmente, por lo que no se puede decir que existió una competencia directa por el alimento.
Ahora bien, si esa adaptación alimenticia influyó o no en la desaparición del neandertal, hace unos 40.000 años, no se sabe con seguridad; pero este hallazgo aporta un insumo más a la discusión científica.
“Esas diferencias pudieron haber contribuido a la desaparición de los neandertales y a la supervivencia del hombre moderno”, creen los investigadores.
Métodos distintos. Los neandertales ajustaron su alimentación a los cambios en el clima, incluyendo en su dieta los recursos que estuvieran disponibles. Es decir, esta especie era oportunista.
Consumían principalmente carne en ambientes fríos por el requerimiento calórico y lo complementaban con plantas, semillas y frutos secos en los bosques.
En cambio, los hombres modernos se mantuvieron indiferentes a las fluctuaciones climáticas porque almacenaban una parte de los alimentos. En su caso, la dieta se basaba principalmente en plantas.
“Para poder hacerlo tuvieron que desarrollar herramientas que les permitieran extraer recursos alimenticios de su entorno”, explicó El Zaatari.
Asimismo, la investigadora agregó: “Los neandertales pudieron haber mantenido su enfoque oportunista de alimentarse con lo que tenían disponible en su cambiante hábitat durante cientos de miles de años.
”Sin embargo, los humanos modernos parece que invirtieron más esfuerzos en acceder a los recursos alimenticios y cambiaron su estrategia alimenticia durante un período mucho más corto de tiempo, unido a un desarrollo de herramientas, lo que pudo haberles dado una ventaja sobre los neandertales”.
En este estudio participaron investigadores de la Universidad de Tübingen y el Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, ambos en Alemania, así como de la Universidad Stony Brook y la Universidad de Arkansas en Estados Unidos.