La reciente confirmación que hizo la NASA sobre la existencia de agua salobre en Marte, alentó, una vez más, el debate sobre las posibilidades reales de la exploración humana en el Planeta Rojo.
Cientos de libros, películas, series televisivas y hasta videojuegos han animado la fantasía de divisar criaturas con antenas y ojos saltones asomándose por entre las rocas de Marte; y, si no, por lo menos, el deseo de enviar astronautas desde la Tierra a investigar sus misterios.
El pasado jueves, la NASA presentó un documento en el que expone cuáles son los próximos pasos en su viaje a Marte: etapas, estrategia, planes y desafíos.
La agencia se muestra optimista y afirma que “Marte es un objetivo alcanzable”. Sin embargo, reconoce que para poder cumplir con su propósito es necesario desarrollar las tecnologías que en este momento están en “varias fases de conceptualización, desarrollo y prueba”.
Actualmente, la investigación marciana desarrollada por la NASA está sustentada en dos vehículos exploradores: Opportunity y Curiosity, y en tres orbitadores: Mars Odyssey , Mars Reconnaissance Orbiter y Maven.
La Nación consultó a tres expertos sobre el futuro de las misiones a Marte y a continuación se presentan algunas de sus ideas. Ellos son: Alfred S. McEwen , director del Laboratorio Lunar y Planetario de la Universidad de Arizona, la ingeniera costarricense Sandra Cauffman, subdirectora de la misión Maven, y Lela Taliashvili, directora del Centro de Investigaciones Espaciales (Cinespa) de la Universidad de Costa Rica.
Aparte de agua, ¿qué condiciones se necesitan para sobrevivir en Marte?
La atmósfera y el campo magnético también son importantes para la supervivencia. En el caso de Marte, su atmósfera es muy densa como para que se desplieguen fuertes vientos y tormentas de arena. La composición de esa atmósfera tiene origen en la actividad geológica del planeta. El principal componente es el dióxido de carbono (95%) pero se caracteriza por la escasez de componentes indispensables para la vida como el hidrógeno, el nitrógeno, el oxígeno y el carbono. “El aumento del oxígeno en la atmósfera marciana es una de las condiciones indispensables para la vida y una de las tareas a resolver para la colonización humana de Marte”, opinó Taliashvili. Por su parte McEwen destacó que experimentos en laboratorio demostraron que algunos microbios podrían sobrevivir en la atmósfera de Marte. Agregó que es necesaria una estrategia para contrarrestar la radiación.
¿Qué tipo de vida podría desarrollarse en esos ríos de agua salada?
Las moléculas orgánicas que contienen carbono e hidrógeno son, por lo general, bloques esenciales para la construcción de la vida, por lo menos de la bacteriana. Los recientes hallazgos de agua líquida salada presente en Marte con una disposición estacional y, en general, los diferentes compuestos orgánicos encontrados en los materiales de la superficie marciana podrían haberse formado en Marte o bien haber sido transportados por medio de cometas o meteoritos. “ Los depósitos minerales hidrotermales, que aparecen y crecen durante las estaciones cálidas y se desvanecen en las estaciones frías, son evidencia de un ambiente local pasado que era cálido y húmedo, bastante hospitalario para la vida bacteriana”, dijo Taliashvili. McEwen declaró que es posible el desarrollo de halófilos, es decir, microorganismos que habitan ambientes con grandes concentraciones de sal.
¿Cómo se va garantizar que una misión a Marte no va a contaminar el planeta con microorganismos de la Tierra?
Este es uno de los principales puntos de discusión. Existe una Política Internacional de Protección Planetaria en la que se establecen protocolos mundiales acordados por todas las agencias espaciales, entre ellas la NASA. “Este programa podría, por lo menos, disminuir la contaminación”, opinó McEwen. Lela Taliashvili calificó el asunto como “delicado” “Lamentablemente, la posibilidad de una contaminación terrestre o marciana debido al intercambio de bacterias siempre existe. Los científicos tratan de aplicar múltiples procesos a las naves espaciales para erradicar contaminantes biológicos, como someterlas a temperaturas extremas de calor y frío, a niveles de pH muy elevados y a altos niveles de radiación ultravioleta. Sin embargo el 10% de las bacterias logra sobrevivir”.
¿Se pueden explorar las zonas de Marte en las que se halló agua con la tecnología actual?
El geólogo planetario Alfred McEwen afirmó que la tecnología moderna puede cumplir con ese objetivo, “pero podría ser muy caro”. En el documento Nasa’s journey to Mars: pioneering next steps in space exploration , la agencia establece que uno de sus principios estratégicos es el desarrollo de tecnologías para misiones a corto plazo y, paralelamente, se centra en inversiones sostenidas para tecnologías que permitan hacer frente a retos de misiones futuras. Recientemente, el hallazgo de unas vetas oscuras y angostas por donde fluye agua salada despertó algunas dudas sobre su efectiva exploración. “Todas las misiones espaciales a un mundo extraterrestre se rigen por protocolos de protección planetaria. En Marte, estos protocolos determinan en cuáles áreas una misión puede o no aterrizar, y en qué medida se puede explorar después de aterrizar”, escribió el periodista Akshat Rathi, en un artículo para el sitio Quartz. Esas zonas especiales, son precisamente áreas húmedas en donde podría emerger la vida.
De llegar una misión tripulada, ¿cómo sobreviviría el ser humano ahí?
La NASA todavía no establece una fecha exacta para el envío de una misión tripulada a Marte, pero se estima que podría ser para el 2030. Las misiones más cercanas están programadas para el 2016: el orbitador Trace Gas Orbiter, de la Agencia Espacial Europea (ESA) y la misión InSight , de la NASA. “Hay varios factores importantes a considerar, además de escasez de agua y oxígeno, los cuales se deben transportar a Marte en un viaje tripulado. Por ejemplo, la tenue atmósfera/ionosfera y el campo magnético marciano son indicadores de una radiación más elevada en ese planeta y entonces, más peligrosa para los humanos, especialmente durante alta actividad solar. Además, no se pueden predecir con exactitud los efectos a largo plazo de la gravedad marciana en humanos ni los del largo viaje hacia Marte”, detalló Taliashvili. La NASA reconoce que el transporte, el trabajo en el espacio y la salud de los astronautas son desafíos pendientes.