En lugar de terminar en el mar, en un basurero o a la orilla de la carretera, las botellas plásticas de la marca AGUA serán convertidas en tejas para dar techo a familias en estado de vulnerabilidad en el barrio El Pochote de la ciudad de Puntarenas.
Donald Thomson, un canadiense radicado en Costa Rica, es el principal impulsor de la idea.
“Realmente estamos usando la botella de agua como un producto transitorio, estamos eliminando desperdicios”, comentó.
El objetivo del plan es vender el agua, pero recuperar el recipiente, que será rellenado con cartón y con otros aditivos de construcción para fabricar una teja.
Esas tejas servirán para darle techo a familias que perdieron su casa debido al terremoto de Cóbano (1990), explicó Thomson.
Orlando Sibaja, responsable de operaciones de AGUA, aseguró que las botellas se empezarán a distribuir solo en algunos ámbitos: cadenas hoteleras y con ayuda de la Asociación Costarricense de Profesionales en Turismo.
“Ellos tienen la capacidad de utilizarlas y de que regresen a la fuente (la empresa); esa es la naturaleza del proyecto”, señaló.
La idea es que esta sea una iniciativa con “cero desperdicio”, y para garantizarlo, las botellas que se utilizan están hechas a base de plástico reciclado.
Además, cuando los envases retornan a las manos de la empresa para convertirse en tejas son rellenados con el mismo cartón de la caja en que fueron empacados y distribuidos.