Hace 5.300 años, los gatos convivían con los granjeros de la antigua aldea de Quanhucun en China. Una investigación realizada por arqueólogos y paleontólogos de la Universidad Washington y la Academia de Ciencias de China dio a conocer la primera evidencia directa de la domesticación de los gatos, una relación que resultaba ventajosa para estos felinos.
“La información recabada sugiere que los gatos se acercaron a las antiguas aldeas agrícolas, atraídos por animales pequeños, como los roedores que se alimentaban de los granos cultivados y almacenados por los granjeros”, explicó la coautora del estudio Fiona Marshall, profesora del Departamento de Arqueología en la Universidad Washington en San Luis, Misuri.
Debido a que rara vez se encuentran restos de gatos en sitios arqueológicos muy antiguos, los científicos todavía no tienen claro cómo empezó su domesticación.
El registro más antiguo que se tiene sobre gatos domésticos está presente en el arte egipcio y data de hace 4.000 años. Recientemente se hallaron en Chipre los restos de un gato salvaje, enterrados cerca de un cuerpo humano hace casi 10.000 años, lo que sugiere que el vínculo entre los gatos y los seres humanos es mucho más antiguo.
El equipo investigador analizó ocho huesos de por lo menos dos gatos, así como restos óseos de perros, ciervos y otros animales salvajes que fueron desenterrados en un sitio cerca de Quanhucun. Usando datación de radiocarbono y análisis isotópico de carbono y nitrógeno, los científicos demostraron que una raza de gatos salvajes logró abrirse un nicho y sobrevivir en una sociedad que se desarrolló a partir del cultivo extensivo de un cereal llamado mijo.
“Aunque estos gatos no estuvieran plenamente domesticados, las pruebas confirman que vivían en estrecha proximidad con los granjeros y que la relación era ventajosa para los gatos, pues conseguía alimentos”, explicó Marshall.
La investigación se publica en la revista Actas de la Academia Nacional de Ciencias de Estados Unidos.
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