El cielo también celebra las fiestas de fin de año con un luminoso espectáculo: la última lluvia de meteoros del 2015.
Las protagonistas de esta gala celeste son las Gemínidas, un conjunto de meteoros de velocidad moderada procedentes de la constelación de Géminis.
Estas estrellas fugaces son “hijas” de un objeto rocoso conocido como 3200 Faetón, descubierto en 1983.
Por su velocidad moderada, su brillo y la cantidad de meteoros visibles por hora, la lluvia de las Gemínidas es uno de los eventos astronómicos más vistosos del año. La “función” se inició el pasado 7 de diciembre y se prolongará hasta el 17. Sin embargo, el mejor momento para la observación será durante la noche del domingo 13 y la madrugada del 14.
Según la Organización Internacional de Meteoros, la tasa horaria cenital; es decir, la cantidad máxima de meteoros que podrán ser observados en una hora, es de 120, siempre y cuando el cielo esté despejado.
“A partir de las 8 o 9 de la noche, se puede levantar la mirada en cualquier dirección del cielo para observar la lluvia de estrellas.
”Se recomienda buscar un lugar alejado de las luces de la ciudad pero seguro”, explicó Alejandra León, directora ejecutiva de la Fundación para el Centro Nacional de la Ciencia y la Tecnología (Cientec).
Otra sugerencia es acostarse en el suelo para apreciar el desfile luminoso con todo detalle, por lo que es necesario llevar una manta o un saco para dormir, abrigo y bebidas calientes.
Cientec organizó una gira a la reserva privada Punta Coral , en el golfo de Nicoya para observar la lluvia de estrellas, así como otros cuerpos celestes .
Llamativas. Las Gemínidas son “hijas” de un objeto rocoso conocido como 3200 Faetón, descubierto en octubre de 1983, por el Satélite Astronómico Infrarrojo, (IRAS), por sus siglas en inglés.
Por mucho tiempo se creyó que Faetón era un asteroide, pero, en realidad, es un cometa extinto. Básicamente es el esqueleto rocoso de un cometa que perdió su hielo después de muchos encuentros cercanos con el sol.
El nombre de la constelación Géminis recuerda un mito de la antigua Grecia sobre los gemelos, Pólux y Cástor.