Hasta ayer, para consultar la Historia Natural de Costa Rica –icónico libro editado por el ecólogo Daniel Janzen– había que ir a buscar uno de los 2.500 ejemplares en papel que yacen en las bibliotecas del país.
Ahora, Internet permite ponerlo a disposición de todas las personas de manera gratuita.
El libro es referente en el campo de la Biología Tropical y fue editado en 1983, en inglés. La traducción al español data de 1991.
“En ese entonces, la idea era regalarlo para que todos los costarricenses tuvieran una copia en su casa, pero no se pudo. Este año retomamos esa idea, lo escaneamos y gracias a Internet, el libro está al alcance de cualquier persona”, comentó Janzen a La Nación .
Los biólogos Janzen y Winnie Hallwachs así como el Área de Conservación Guanacaste (ACG) fueron los precursores del proyecto que contó con el apoyo de Ojalá Comunicación, el cual se encargó de la digitalización.
Para darle un uso más sencillo e interactivo, se optó por enriquecer al PDF con un índice activo que facilita la navegación.
La descarga es gratuita y se puede hacer a través de la Organización para Estudios Tropicales (OET), el Área de Conservación Guanacaste (ACG) y la campaña en contra de los incendios forestales, Se Quema el Cielo.
Conocer y respetar. En sus charlas y declaraciones, Janzen suele emplear tres palabras que resumen su sentir: conocer, salvar y usar.
“Al poner el libro en las manos de los niños, estos pueden ir explorando y conociendo. En mi experiencia, eso permite establecer una conexión más directa entre el tema de conservación y la persona.
”Cuando ese niño entra en contacto con la naturaleza, ya tiene una formación que lo va a impulsar a tomar decisiones diferentes. Por ejemplo: si va de vacaciones a la playa y ve un animal atropellado en la carretera, su reacción ya no será de indiferencia sino que se va a preocupar.
”Esos son los primeros pasos en la conversación entre personas y vida silvestre, tan necesaria para que los ecosistemas sobrevivan.
”La clave está en darle un espacio a la naturaleza en la mesa de conversación como si esta fuera una persona que merece respeto y está en igualdad de condiciones. Si no hay respeto, ¿cómo vamos a poder hablar de desarrollo?”, manifestó Janzen.
Para Rodrigo Gámez, presidente del INBio, no se puede valorar lo que no se conoce. “Un libro como este nos permite darnos una idea de la magnitud de la riqueza natural que posee el país y la importancia que tiene para todos. Conocerla nos va a permitir conservarla y saber utilizarla de una manera inteligente porque los seres humanos debemos percatarnos de que el daño que hacemos al planeta nos lo hacemos a nosotros mismos”, dijo Gámez.
“El libro permite un conocimiento básico de los organismos con los que convivimos, pero al mismo tiempo encontramos preguntas sin responder y eso nos incentiva a seguir estudiando para lograr esa conservación de largo plazo que queremos”, destacó Alejandro Masís, director del ACG.
* Nota actualizada a las 09:33 a. m. del lunes 1 de julio para adjuntar los links correctos de descarga.