El año 2000 marcó el inicio de un nuevo siglo y de un nuevo milenio. También fue el principio de una revolucionaria era de estudios científicos y tecnológicos fuera de la Tierra, con la llegada de la Expedición 1 a la Estación Espacial Internacional (EEI), el 2 de noviembre de ese año.
El astronauta estadounidense William Shepherd y los cosmonautas Serguéi Krikalev y Yuri Gidzenko fueron los primeros en instalarse en este centro de investigación ubicado a 400 kilómetros de nuestro planeta.
Este ambicioso proyecto internacional celebra 15 años de ocupación humana continua y de realizar investigaciones con aplicaciones en distintas áreas.
Desde el 2000, la EEI ha sido visitada por 220 personas de 17 países, entre esos, Estados Unidos, Canadá, Rusia, Japón, Alemania, Italia, Suiza, Dinamarca y Corea del Sur.
Ciencia desde arriba. En todo este tiempo, la EEI mantiene como máximo seis astronautas a bordo, que se van relevando en cada expedición.
¿Qué hacen allá arriba? El lema de Fuera de la Tierra, para la Tierra guía el quehacer en la EEI, pues desde la primera expedición, hace 15 años, se han efectuado cerca de 1.700 experimentos en áreas como biología, biotecnología, salud humana, tecnología y Ciencias de la Tierra y el Espacio.
Muchos de los estudios se enfocan en tratar de entender cómo se comportan el cuerpo humano y la mente en un ambiente de microgravedad, con miras a misiones espaciales prolongadas. Empero, varios experimentos desarrollados en la Estación Espacial tienen repercusiones prácticas en la Tierra.
Por ejemplo, la tecnología desarrollada en la EEI para la reutilización y purificación de agua, indispensable para la supervivencia, puede adoptarse para proveer de agua potable a miles de personas en zonas con enormes carencias del líquido, como la África subsahariana.
El experimento Ultrasonido Avanzado en Microgravedad permite a miembros de la tripulación a bordo de la EEI realizarse ultrasonidos para monitorear enfermedades y lesiones.
El médico Scott Dulchavsky, investigador principal de este proyecto, ha adaptado estas tecnologías, desarrolladas originalmente para astronautas, para diseñar protocolos de atención médica en zonas remotas.
Gracias al uso de pequeñas unidades de ultrasonido, telemedicina y técnicas de orientación a distancia, personas en zonas muy alejadas han podido recibir atención médica indispensable. Actualmente, está bordo de la EEI la Expedición 45, al mando del comandante Scott Kelly, quien pasará un año en el espacio, junto al cosmonauta Mijaíl Kornienko.