Radio Nederland para LN
Laura Chinchilla, presidenta de Costa Rica, considera que la democracia del país está adquiriendo una nueva forma, a partir de las redes sociales.
Un ejemplo de ello es la polémica que se encendió cuando interpuso una demanda por difamación contra un empresario.
¿Cuál es su argumentación para rechazar las acusaciones de que usted persigue censurar en Internet las opiniones sobre su desempeño gubernamental?
La Internet es uno de los espacios más hermosos que ha creado la humanidad. Si usted registra cuál ha sido mi posición frente a los temas de la Internet, mi gobierno ha sido consecuente en todos los foros internacionales en defensa de una Internet libre.
”En absoluto, no estamos nosotros metiéndonos con la Internet o las redes sociales. Aquí no se trata de eso. Se trata de la actitud irresponsable de personas, de individuos que al igual que en el pasado, podían, con total desprecio a la verdad, difamar o hacer daño a terceras personas. Es totalmente secundario el hecho de que utilicen un formato escrito o digital.
”El caso que me menciona es el de un individuo que falta a la verdad. Habla de un hecho muy concreto que me lo atribuye. De no reaccionar yo, de manera enérgica como lo he hecho, cualquiera podría creer que él dice la verdad.
”Yo no puedo permitirme que los ciudadanos de Costa Rica duden de mi integridad en el plano ético. Pueden haber muchas discusiones en cuanto a decisiones de política pública. En el plano ético, lo que he venido haciendo es simplemente lo que siempre hice en mi carrera pública: vivir de mi salario. Pero se me han atribuido inversiones que son falsas. Como cualquier ciudadano, recurrí a querellar a otro porque está afectándome”.
Usted es la primera mandataria en presentar una demanda por difamación . ¿No es un mensaje contradictorio para una presidenta que ha hecho una defensa a ultranza de la Internet sin censura ?
La libertad de expresión tiene dos partes. La del ejercicio realmente amplio de la misma, ojalá sin cortapisas y excusas; y la responsabilidad. Sin la cuota de responsabilidad, cualquier democracia se vuelve una anarquía. Es igual en el ejercicio de cualquier libertad.
”En este caso hablamos de alguien que sencillamente está falseando y mintiendo. Los ciudadanos esperan de mí que sea consecuente con el principio de ética y honestidad en la función pública, sobre la cual se fundamentó mi campaña electoral.
”Aprovecho también para señalar que en este mundo de una información mucho más amplia, abundante, derivada también de las redes sociales, es muy importante que no solamente los periodistas, sino también los ciudadanos desarrollen cierta madurez y malicia para preguntarse por qué a veces se da cierto tipo de información, de dónde proviene, cuáles son las fuentes. Es algo que el periodista nunca puede abandonar.
”Yo le quiero decir una cosa: A los mandatarios, gobernantes, a quienes toman decisiones en la función pública, muchas veces se les procura amedrentar frente a decisiones que están tomando.
”Y la primera forma de amedrentar por parte de quienes no quieren respetar algunas normas, es precisamente apuntando contra el honor de las personas.
”Dejo esta inquietud planteada, porque siento que es fundamental que se pregunten quiénes son los que están poniendo cierta información ante la opinión pública.
”Me parece que con el boom de las redes sociales, cada ciudadano va convirtiéndose en una especie de reportero, de periodista que reproduce, que analiza la información que allí consigue.
”Es fundamental preguntarse cuál es la fuente que a veces origina una noticia o un ataque determinado y no necesariamente contra un político, puede ser un juez, un policía u otro periodista.
”No abandonar el preguntarse los porqués de las cosas que están sucediendo”.
¿Le está dando su gobierno algún tipo de seguimiento a los comentarios y críticas contra usted en las redes sociales ?
Si lo hacemos es, básicamente, en afán de tomar nota de dos cosas. Primero: por dónde van las inquietudes de los ciudadanos, demandas que se acumulan y en eso las redes pueden darnos pautas importantes que no podemos captar a través de otros medios. Y segundo: llegan demandas de ciudadanos sobre problemas muy concretos.
¿Cuán importantes considera usted que son las redes sociales para la democracia moderna?
No se trata de escoger o no escoger; es un fenómeno que llegó para quedarse. Y por más limitaciones que algunos países quieran implementar, tarde o temprano van a imponerse a cualquier tipo de censura o limitación.
”Desde mi punto de vista y quizá por ser ciudadana de una de las democracias más sólidas del mundo y de uno de los países con mayor libertad de expresión, me hago eco de una Internet libre sin ningún tipo de censura.
”Siempre he dicho que la única censura posible o la única limitación que pueden tener las redes sociales, es aquella que se deriva de la actitud del propio usuario.
”De momento, las democracias tienen que aprender a convivir con ellas. A entender que pueden jugar un papel muy importante alimentando a los Gobiernos, enriqueciendo las políticas públicas, pero también quiero hacer un paréntesis.
”Me ha tocado ver a algunos funcionarios que creen que el mundo y el universo se definen por la opinión en redes sociales. Y también pretenden que se sustituya los criterios de interés público por algún criterio predominante en las redes sociales. Un mandatario no se puede dejar llevar por fenómenos que a veces son muy cíclicos en las redes sociales, hay que mantener un criterio de independencia propio de quienes tomamos decisiones en la función pública”.
¿Hay interés de crear algún tipo de desgobernabilidad a partir de los mensajes mencionados?
Ciertamente, quizá por ser el primer gobierno de la historia de mi país que le corresponde gobernar en un marco muy diferente desde el punto de vista de la información y la comunicación. Recuerde que es el primer gobierno que vive el fenómeno de las redes sociales.
”Sí puedo decirle que para la política y para los Gobiernos supone todo un reto el conocerlas, comprenderlas, el poder alimentar con sensatez y con respeto esas redes sociales desde el punto de vista de lo que se hace, de la rendición de cuentas, el poder responder a las inquietudes, el poder enfrentar fenómenos muy rápidos que quizá posicionan un tema frente al cual el Gobierno no estaba preparado o frente al cual hay que hacer muchas aclaraciones, la velocidad con la que se responde. En fin, son muchísimos los retos que supone ciertamente la gobernabilidad democrática. Mal haríamos en concluir que el reto se supera restringiendo esos espacios”.