París y San José
Los delegados de 195 países adoptaron este sábado un histórico acuerdo contra el cambio climático, que une por primera vez en esa lucha a países ricos y en desarrollo.
"El acuerdo de París sobre clima queda adoptado", proclamó poco antes de la 19H30 (12:30 pm, hora de Costa Rica) el presidente de la COP21, el canciller francés Laurent Fabius. La adopción fue recibida con varios minutos de ovaciones de los miembros de las delegaciones.
La adopción fue recibida con varios minutos de ovaciones de los miembros de las delegaciones.
"Miro la sala", dijo rápidamente el canciller Laurent Fabius. "Veo que la reacción es positiva, no oigo objeciones", agregó con la voz cargada de emoción, antes de pegar un martillazo, como manda la tradición.
"Es un pequeño martillo, pero pienso que puede hacer grandes cosas", añadió Fabius.
Seis años después de la fallida conferencia del clima de Copenhague, la comunidad internacional demostró que esta vez sí tomó conciencia de un problema que amenaza la vida sobre el planeta.
El acuerdo completo puede leerse en español aquí.
El Acuerdo de París reemplazará a partir de 2020 al actual Protocolo de Kioto, y sienta las bases para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, y más importante aún, para empezar a soñar con un mundo sin combustibles fósiles.
Principales puntos del acuerdo sobre el clima adoptado este sábado en la conferencia de París (COP21) por 195 países.
El documento identifica al cambio climático como "una amenaza apremiante y con efectos potencialmente irreversibles" para la humanidad y el planeta.
Comprueba por eso "con grave preocupación" que los compromisos sumados de todos los países para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) distan aún mucho de las reducciones necesarias para contener la agravación del calentamiento global.
El objetivo del acuerdo es contener el aumento de la temperatura "muy por debajo de los 2 ºC" respecto a la era preindustrial y "de seguir esforzándose por limitar ese aumento a 1,5 ºC".
El mundo debe esforzarse en que las emisiones de GEI dejen de aumentar "lo antes posible" y empiecen a reducirse "rápidamente".
En la segunda mitad del siglo, debería llegarse a un equilibrio entre las emisiones de GEI provocadas por las actividades humanas (como la producción de energía y la agropecuaria) y las que pueden ser capturadas por medios naturales o tecnológicos, como por ejemplo los bosques o las instalaciones de almacenamiento de carbono.
El texto eliminó las referencias, presentes en borradores anteriores, al término "neutralidad de carbono", al que se oponían con vehemencia grandes productores de petróleo como Arabia Saudita.
Los países desarrollados, emisores históricos, tomarán la delantera en los recortes de emisiones de GEI en términos absolutos. Los países en desarrollo, que aún necesitan generar energía con carbón y petróleo, son alentados a orientar sus esfuerzos hacia la realización de recortes.
El documento insta a los países ricos a respaldar los recortes de emisiones de las naciones en desarrollo.
En 2018, dos años antes de la entrada en vigor del acuerdo, los países evaluarán los impactos de sus iniciativas contra el calentamiento global y analizarán nuevamente sus planes de reducción de emisiones de GEI.
Cuando el acuerdo cobre efecto, las revisiones de realizarán cada cinco años, a partir de 2023.
Los países desarrollados "deberán proporcionar" apoyo financiero a la reconversión energética de los países en vías de desarrollo y a enfrentar fenómenos relacionados con el cambio climático, como la intensificación de las sequías y los huracanes.
Fuera de las partes jurídicamente vinculantes, el documento establece la suma de 100.000 millones de dólares anuales como "mínimo" de los montos aportados por los países ricos. La suma se actualizará en 2025.
Se reconoce a las islas vulnerables al alza del nivel de los océanos y a los países pobres más expuestos al cambio climático el derecho a obtener respaldos para "evitar, reducir al mínimo y afrontar las pérdidas y los daños relacionados con los efectos adversos" de este fenómeno.
Reacciones. El presidente de EE.UU., Barack Obama, calificó de algo "enorme" el primer acuerdo universal de lucha contra el cambio climático aprobado hoy en la cumbre del clima de París.
"Esto es enorme: casi todos los países del mundo acaban de suscribir el acuerdo de París sobre el cambio climático, gracias al liderazgo estadounidense", sostuvo Obama en su primera reacción al respecto, publicada en su cuenta de Twitter.
"Este es el acuerdo más complejo que se ha negociado nunca", han reconocido los secretarios tanto de Naciones Unidas como de la convención de cambio climático de la ONU, Christiana Figueres.
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El primer ministro británico, David Cameron, celebró el acuerdo, que calificó como de un "enorme paso para asegurar el futuro del planeta".
Este acuerdo universal "significa que todo el mundo ha firmado para asumir su parte en la detención del cambio climático", afirmó el jefe de Gobierno en una declaración.
"Este es un momento para recordar", dijo Cameron, y resaltó la ambición y la unidad demostrada por el mundo en la reunión de París.
Ana Helena Chacón, vicepresidenta de Costa Rica, felicitó a la delegación del país por su trabajo.
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"Felicito a toda la delegación costarricense en el # COP21 . Todas las horas de trabajo valieron la pena para lograr este importante acuerdo", manifestó mediante su cuenta de Twitter.
El enviado especial de Cambio Climático de China, Xie Zhenhua, aseguró que el acuerdo es "justo, ambicioso y equitativo".
"China felicita a todos los países por este acuerdo, que no es perfecto, tiene partes en las que puede ser mejorado, pero nos permite seguir adelante para responder al reto del cambio climático", dijo Xie en su intervención en el plenario.
El representante chino agradeció a Francia y a su presidente, François Hollande, su "liderazgo".
También dio las gracias a las partes de la Convención de cambio climático de la ONU por "su flexibilidad y por ser tan constructivas".
"Acabamos de tomar el camino correcto por el bien de las generaciones futuras", concluyó.