Madrid. EFE. Los célebres premios son el legado filantrópico del sabio sueco e inventor de la dinamita Alfred Nobel.
Ellos son los premios más prestigiosos del mundo.
Se otorgan anualmente desde 1901 en las categorías de Medicina, Física, Química, Paz, Literatura y Economía.
Los cinco primeros fueron instituidos mediante testamento por el propio Nobel (1833-1896), mientras que el de Economía fue creado en 1968 por el Banco de Suecia.
Los inventos y las múltiples patentes de Alfred Nobel lo convirtieron en uno de los hombres más ricos del mundo.
El 27 de noviembre de 1895, modificó su testamento para dejar su fortuna invertida en valores mobiliarios, cuyos intereses “se distribuirán cada año para recompensar a las personas que hayan prestado grandes servicios a la Humanidad”.
Las consecuencias del uso de la dinamita en la guerra convencieron a un horrorizado Nobel de la necesidad de “compensar” a la sociedad, premiando las excelencias científica, intelectual y política.