La utilización de la electroacupuntura para controlar los niveles de presión arterial no tiene solo efecto placebo. Dos estudios de científicos estadounidenses demostraron que la acción ejercida por las agujas libera un opiode natural del cerebro que ayuda a regular el flujo sanguíneo.
Esta sustancia está relacionada con la forma en la que reaccionamos al dolor, al colocar la agujas la respuesta del cuerpo ante esa presión libera el opiode.
Para llegar a estas conclusiones, especialistas del Centro Susan Samueli de Medicina Integral, en California, hicieron dos investigaciones diferentes, una en humanos y otra en ratones.
Para la primera, publicada en agosto de 2015 en la revista Medical Acupunture, los investigadores tomaron a varios pacientes hipertensos que no recibían ningún tipo de medicamento contra esta enfermedad y los dividieron en dos. A un grupo se les aplicó electroacupuntura –en la que las agujas trabajan con una pequeña carga eléctrica– en la muñeca y la parte baja de su rodillas. El otro grupo funcionó como control y no se le realizó este tratamiento.
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La terapia se hizo una vez a la semana durante ocho semanas. Al cabo de este tiempo se le midió la presión arterial a los participantes. No se encontraron cambios en el grupo control. Mientras tanto, entre quienes recibieron la acupuntura se registraron reducciones tanto en la presión sistólica (el número alto) como diastólica (el número bajo). En promedio, las reducciones fueron de 8 mmHg para la presión sistólica y de 4 mmHg para la presión diastólica.
Además, quienes recibieron las agujas experimentaron reducciones de la concentración de hormonas como la norepinefrina (41%), que estrecha los vasos capilares y aumenta la presión arterial y los niveles de glucosa. También registraron niveles menores de renina (67%), una enzima producida en los riñones que controla la presión arterial. Además, en estas personas se bajó la aldosterona (22%), una hormona que regula los electrolitos.
"Si la acupuntura baja los picos de presión, esto también podría aminorar el riesgo de derrames cerebrales, fallas cardíacas, males circulatorios e infartos en pacientes hipertensos", manifestó en un comunicado de prensa John Longhurst, coordinador de ambos estudios.
Un ensayo confirmatorio mostró que los efectos de reducción permanecían hasta por tres días, por lo que se volvió a hacer el tratamiento una vez cada tres días, y los resultados se mantuvieron de manera contínua.
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Acción liberadora. En el segundo estudio, Longhurst y su equipo se dedicaron a ver las razones por las cuales las agujas electrificadas bajan la presión arterial. Para ello, utilizaron ratones y los sometieron a análisis cerebrales mientras participaban del tratamiento.
¿Cómo lo hicieron? Los científicos les realizaron dos sesiones semanales de acupuntura durante 30 minutos cada una. La acción en su cerebro era monitoreada mientras se les colocaban las agujas.
Los investigadores vieron que la acupuntura liberaba enquefalinas, una de las tres formas principales de opiodes que se encuentran naturalmente en el cerebro de los mamíferos.
El reporte, publicado esta semana en la revista Nature's Scientific Reports, evidencia que aún faltan más estudios para comprobar que esto sucede, pero es un buen indicio de una terapia alternativa que puede ayudar como aliada en el tratamiento tradicional contra la hipertensión.
Enfermedad clave. Una de las razones por las cuales este estudio es relevante es porque la hipertensión es la enfermedad crónica más común en el mundo y es un factor de riesgo para males como infarto o derrame cerebral. En el mundo, aproximadamente el 30% de la población tiene este mal y, según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), cada año mueren 9,4 millones de personas por padecimientos asociados a este.
En Costa Rica, el 31,5% de los mayores de 20 años es hipertenso y más de un millón de costarricenses están medicados para controlar la tensión arterial.