El biólogo costarricense Javier Pizarro Cerda lideró una investigación desde Francia que dio con una nueva molécula antibiótica.
Los resultados del estudio en ratones, realizado en el Instituto Pasteur, en esa nación europea, fueron publicados en la revista científica Proceedings of the National Academy of Science (PNAS) .
Tras años de investigar la bacteria Listeria monocytogenes, el equipo de Pizarro halló que una pequeña toxina secretada por este microorganismo, denominada Listeriolisina S puede matar a otra bacteria, “prima” de la Listeria.
Esta última es la Staphylococcus aureus, que causa infecciones en la piel, neumonía e intoxicación en la sangre .
“La Staphylococcus aureus es un problema mayor de salud pública, pues ha desarrollado mucha resistencia a los antibióticos (se hace inmune a ellos y, entonces, el paciente no obtiene la cura) y es una de las causas principales de infecciones dentro de los hospitales”, explicó Pizarro a La Nación .
¿Cómo funciona la molécula que hallaron los científicos? El especialista indicó que cuando la Listeria monocytogenes se ingiere por vía oral (usualmente a través de alimentos contaminados) y llega al intestino, secreta esta toxina y modifica la microbiota (bacterias en el intestino) para su beneficio.
Es decir, la Listeria utiliza a la Listeriolisina S para “matar” las bacterias beneficiosas en el intestino, ingresar en él y “colonizarlo”. Además, le permite atravesar la barrera hacia el torrente sanguíneo y, de allí, distribuirse a otros órganos como el hígado, el bazo e incluso el cerebro.
“No sabemos exactamente cómo funciona la Listeriolisina S. Un posible mecanismo es que la toxina se integre en la membrana de Staphylococcus aureus y la desestabilice, causando la muerte de la bacteria, pero es una teoría que ahora estamos investigando con estudios de microscopía electrónica”, detalló Pizarro.
En proceso. Aún falta tiempo para que esta sustancia antibiótica se convierta en un medicamento y pueda utilizarse.
“Actualmente, no sabemos todavía cómo sintetizar químicamente la Listeriolisina S, ya que su proceso de producción natural en Listeria monocytogenes es muy complejo. Sin embargo, en el momento en que logremos encontrar la forma de sintetizarla, tendremos un antibiótico muy poderoso contra esta bacteria tan peligrosa”, afirmó el científico.
Una vez que consigan sintetizar la toxina, deberán realizarse ensayos en animales y en humanos para probar la eficacia del eventual medicamento y que sus efectos secundarios no sean mayores que los beneficios.
“Este es solo el primer paso de muchos, pero a veces, ese primer paso es el más importante”, concluyó Pizarro.