Después del licor, que sigue siendo la droga más consumida por los colegiales costarricenses, la marihuana posee ahora el segundo lugar y ha desplazado al tabaco que por años ocupó ese puesto.
Dicha situación se da porque el tabaquismo en esa población se ha reducido desde el 2012, mientras que el fumado de marihuana se ha mantenido como una práctica constante. Esta es una de las conclusiones de la Cuarta Encuesta Nacional de Consumo de Drogas en Estudiantes de Secundaria, realizada por el Instituto de Alcoholismo y Farmacodependencia (IAFA).
Al profundizar en las estadísticas ofrecidas por este reporte, se observa que los jóvenes que han probado tabaco al menos una vez en la vida pasaron de 23,1% en el 2012 a 15,2% en el 2015.
Quienes lo han consumido en el último año (consumo reciente) pasaron de 10,3% a 5,9%, mientras que aquellos que tienen consumo activo (durante el último mes) bajaron del 6% al 2,4% en estos últimos tres años.
De acuerdo con la encuesta, los jóvenes que fuman a diario consumen en promedio 5,2 cigarrillos al día. La provincia con mayor consumo es Alajuela, donde el 4,6% de los adolescentes dice hacerlo de forma activa.
Por su parte, el porcentaje de los muchachos que han fumado marihuana alguna vez pasó de 14,6% en el 2012 a 15,1% en el 2015; el consumo del último año bajó levemente de 9,7% a 9,4% y el llamado consumo activo pasó de 5,9% a 4,9% (si se comparan estos dos rubros: consumo reciente y activo entre tabaco y marihuana se nota que la segunda va a la cabeza).
“No es que se vea un aumento mucho mayor del consumo de marihuana. Este, en términos generales, se ha mantenido constante, pero el del tabaco ha bajado tanto que ya quedó por debajo. Sin embargo, hay que tener cuidado con esa percepción de que la marihuana es natural y medicinal porque esta puede resultar dañina para los jóvenes”, enfatizó Luis Sandí, psiquiatra especialista en adicciones y director del IAFA.
Alcohol reina. Según los investigadores, la principal preocupación con respecto a las adicciones entre adolescentes sigue siendo el alto consumo de licor, porque su disminución en los últimos años ha sido menor en comparación con el tabaco.
Entre el 2012 y el 2015 quienes dijeron haber ingerido bebidas alcohólicas alguna vez en la vida pasaron de 53,7% a 49,7%. Aquellos que las consumieron en el último año bajaron de 36,5% a 34,4% y el consumo activo cayó de 20,2% a un 19,5%.
“No podemos dejar que la marihuana nos disfrace el verdadero problema. No es lo mismo 15 de 100 (como sucede con la marihuana) que 50 de cada 100 (como ocurre con el licor), lo malo es que el alcohol sigue siendo socialmente muy aceptado y muy fácil de conseguir para los jóvenes, con una publicidad que tiene pocas restricciones”, aclaró Sandí.
Además, del 19,5% de los jóvenes que tomaron en el último mes, la mitad dijo ingerir cinco o más tragos en ‘una sentada’.
La edad de inicio para todas las drogas es otro tema de alerta. En promedio, los jóvenes comienzan su relación con el alcohol y el tabaco a los 13 años y con la marihuana y otras sustancias a los 14. “Lo preocupante con edades tan jóvenes es que su cerebro aún no ha terminado de desarrollar el lóbulo frontal, responsable de la autorregulación, percepción de riesgo y toma de decisiones, por lo que la adicción puede ser peor”, explicó Sandí.
Para esta encuesta, el IAFA utilizó una muestra de 5.800 estudiantes entre sétimo y duodécimo año de 50 colegios de todo territorio nacional.