Aproximadamente 24 de cada 100.000 personas con el virus del Zika desarrollarían el síndrome de Guillain-Barré.
Estas son las conclusiones de un análisis del Instituto Pasteur de Francia, publicado en la revista científica The Lancet , que exploró el brote de este virus que vivió la Polinesia Francesa, entre el 2013 y el 2014.
El Guillain-Barré es un trastorno inmunitario, en el cual el sistema de defensas del cuerpo ataca parte del sistema nervioso por error. El daño a los nervios causa hormigueo, debilidad muscular y parálisis. El síndrome, a menudo, lesiona la cubierta del nervio, lo que lleva a que las señales nerviosas se movilicen más lentamente. Algunas personas sufren problemas respiratorios o del corazón.
Durante el brote analizado y que afectó a 32.000 personas, 42 desarrollaron este síndrome neurológico. El primer caso se vio en noviembre del 2013 y el último, en febrero del 2014.
Los investigadores tomaron las muestras de sangre de estas 42 personas y reclutaron a dos grupos de control a cuyos miembros también les hicieron dichas pruebas.
El primer grupo de control era de 98 personas del mismo sexo y edad de los pacientes, pero no portaban el virus. El segundo estaba formado por 70 personas con zika que no desarrollaron síntomas del Guillain-Barré.
De los pacientes con el síndrome, el 38% fue atendido en las unidades de cuidados intensivos y el 29% requirió asistencia respiratoria. La permanencia en el hospital varió entre 11 y 51 días. Ningún paciente con el síndrome falleció.
Según los investigadores, el zika tuvo una tasa de ataque del 66% en la Polinesia Francesa. Por esa razón, estimaron que 24 de cada 100.000 personas desarrollarán el síndrome.
“El zika debe ser incluido dentro de la lista de factores de riesgo para el síndrome de Guillain-Barré”, expresó en un comunicado de prensa Arnaud Fontanet, coordinador del análisis.
Sin embargo, en un comentario en la misma revista, David Smith, investigador de la Universidad de Australia, solicitó tener cautela.
“La cantidad de datos con los que se cuenta aún es escasa y no sabemos si el virus que está en este momento en Latinoamérica es exactamente igual al de la Polinesia Francesa y si se comportará de la misma forma. Aún falta investigación para ver el zika como un claro factor de riesgo”, concluyó Smith.