El informe más reciente del Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), publicado a finales del 2014, señala que Costa Rica está a solo un paso de erradicar la transmisión vertical del VIH (de madre a hijo).
El documento indica que, entre el 2010 y el 2013 hubo 35 niños que nacieron de mamás seropositivas. De ellos, uno nació con el virus, para una tasa del 2,9%.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS) un país puede declararse libre del contagio vertical solo si el número de bebés de madres seropositivas que nació con el virus es menor al 2%.
En una entrevista anterior, Óscar Porras, coordinador de la Clínica Pediátrica del Sida en el Hospital Nacional de Niños, explicó que en Costa Rica se sigue un protocolo muy rígido para evitar este tipo de infección. Sin embargo, en algunos casos, mujeres indocumentadas no llegan a recibir atención médica prenatal por creer que no tienen acceso a ella o que deben pagar altos costos, y eso provoca que el bebé tenga un riesgo mayor de presentar la enfermedad.
Meses cruciales. La prueba inicial de diagnóstico del VIH no es la única que debe hacerse para determinar si el bebé tiene virus o no. También debe realizarse una más de verificación después de los 18 meses de nacido.
“Todo niño de una mamá infectada nace con la prueba Elisa (para la detección del VIH) positiva. Ello porque los anticuerpos que la madre le pasó hacen que sea positivo, pero esto se elimina conforme el bebé genera sus propios anticuerpos”, dijo en aquel entonces Porras.
“Hasta los 18 meses el niño puede salir positivo en la prueba, y eso no quiere decir que tenga VIH”, aclaró.
El especialista agregó que sí es posible que una mujer quede embarazada sin saber que tiene VIH, por lo que el examen que se hace en la primera consulta prenatal es imprescindible.
Si el test resulta positivo, la gestante recibirá tratamiento oportuno para procurar que su hijo nazca libre del virus .