Los investigadores pidieron a un grupo de voluntarios que apretaran un botón con la mano izquierda si la palabra que escuchaban se refería a un animal, y que apretaran otro con la mano derecha cuando se refería a un objeto.
Un aspecto único de esta investigación es que los participantes, que estaban instalados en un ambiente silencioso y en penumbras, tenían permitido dormirse mientras el experimento continuaba.
Tras caer vencidos por el sueño, los participantes no podían seguir apretando los botones, pero su actividad cerebral se registró por medio de un electroencefalograma.
Resultado. Basándose en los datos obtenidos, los científicos pudieron comprobar que la actividad cerebral de los voluntarios era coherente con el movimiento de apretar el botón con la mano izquierda o derecha según escucharan el nombre de un animal o de un objeto.
Este sorprendente hallazgo sugiere que el cerebro puede realizar tareas lingüísticas complejas incluso mientras se duerme.
El experimento indagó si el cerebro podía seguir realizando durante el sueño una tarea que se le había asignoda previamente.
Los resultados mostraron que, aunque los sujetos estaban dormidos, el patrón de activación cerebral era coherente con las palabras que escuchaban.
Tristán Bekinschtein se especializa en neurociencia; también investiga fenómenos relacionados con la fisiología y los estados de conciencia.