En toda comunidad siempre hay uno o varios edificios que muevan las fibras de los habitantes, ya sea por su valor arquitectónico o, simplemente, por el hecho de ser testigos tácitos de la historia.
Quienes deseen ver remozada una de esas preciadas estructuras, desde ya pueden ir trabajando en la propuesta de rescate de este inmueble y así participar en la XXI edición del Certamen Salvemos Nuestro Patrimonio Histórico Arquitectónico, organizado por el Centro de Patrimonio del Ministerio de Cultura.
La convocatoria está dirigida a profesionales en ingeniería y arquitectura, incorporados al colegio respectivo.
El premio es de ¢120 millones para invertir en reparaciones. Adicionalmente, el profesional cuyo proyecto resulte ganador, recibirá ¢12 millones.
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Rodolfo Gutiérrez, del área de Educación y Divulgación del Centro de Patrimonio, comentó que por el momento, lo que está abierto es el período para trabajar en las propuestas de restauración, lapso que consta de tres meses.
Proceso
El Centro recibirá las candidaturas –en un sobre cerrado y con todos los requisitos del caso– entre el 6 y el 7 de abril en sus instalaciones, en la Avenida Central de San José, frente a la Librería Lehmann.
También se puede ingresar al sitio web del Centro, para leer el reglamento de participación y empezar a moldear el proyecto.
El anuncio de la estructura ganadora se hará el próximo 27 de abril. Luego vendrá la elaboración y entrega de los planos constructivos, cuya duración es de unos tres meses. En julio se revisa de nuevo la propuesta y al año siguiente (en el 2018, en este caso), se da inicio al remozamiento del inmueble.
Cada año, esta instancia dedica este espacio a la rehabilitación de inmuebles con valor social, histórico o arquitectónico, ya sean públicos o privados, ubicados en cualquier lugar del territorio nacional.
Además de garantizar la conservación del patrimonio arquitectónico nacional, el concurso busca fomentar el aprecio por los inmuebles en las comunidades donde estos son rescatados, y a la vez, impactar positivamente la vida de los habitantes con un paisaje urbano más grato.
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Joyas arquitectónicas remozadas
El certamen, que se realiza desde el 1997, ha hecho posible la restauración de 22 edificios. Entre estos hay casas, iglesias, escuelas, comedores, cementerios y municipalidades.
En el 2016, la estructura beneficiada fue la escuela Andrés Briceño Acevedo, en Nicoya, Guanacaste.
Se trata de un centro educativo unidocente situado en el distrito de Quebrada Honda, a 27 kilómetros del centro de Nicoya, y construido entre 1953 y 1958, durante el segundo gobierno de José Figueres Ferrer.
El primer inmueble rescatado con esta iniciativa fue la casa Zúñiga Clachar, en Liberia, también en Guanacaste. Es una casa construida a finales del siglo XIX, donde actualmente opera el restaurante de índole cultural Café Liberia.