El arqueólogo del Museo Nacional y representante de la delegación de Costa Rica ante la Unesco, Francisco Corrales, destacó que el reconocimiento de las esferas precolombinas como Patrimonio Mundial otorga prestigio a los sitios arqueológicos contribuye a hacer conciencia sobre la raíz indígena de la población costarricense y permite impulsar un turismo sostenible.
Corrales respondió vía correo electrónico a La Nación desde Doha, Catar, en el marco de la 38 ª Reunión del Comité de Patrimonio Mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), que se celebra del 15 al 25 de junio.
Advirtió que Costa Rica debe tomar las medidas necesarias para evitar que ciertos factores afecten la integridad y autenticidad de los sitios.
¿Qué importancia tiene esta declaratoria para Costa Rica?
-Es el primer sitio cultural del país declarado patrimonio mundial, otorga prestigio internacional y brinda un respaldo a una manera ordenada de manejar el patrimonio cultural. Establece estos sitios como un referente a nivel internacional y los coloca en una posición de ser un factor en el mejoramiento de las condiciones de las comunidades adyacentes mediante un turismo responsable y sostenible. Además de hacer conciencia de la raíz indígena de la población costarricense y un reconocimiento a los derechos de los pueblos indígenas actuales.
-¿Se generó mucha discusión o fue un trámite rápido?
-El debate se desarrolló sin mayores contratiempos. Uno de los más rápidos en aprobarse.
-¿Cuáles son las acciones que debe tomar el país para conservar la designación?
Debe garantizar que los valores de los sitios se mantengan en el tiempo y tomar las medidas legales y administrativas necesarias para evitar o contrarrestar aquellos factores que afecten la integridad y autenticidad de los sitios.
-¿Hizo la Unesco alguna recomendación?
-El Comité de Patrimonio Mundial aprobó las siguientes recomendaciones:
a. La realización detallada de la Evaluaciones de Impacto Patrimonial (HIA) de acuerdo con la Guía de ICOMOS sobre impacto en el Patrimonio Cultural de la Humanidad. En particular la evaluación de los posibles impactos negativos sobre los sitios de los proyectos de la Represa Hidroeléctrica Diquís y el Aeropuerto internacional del Sur, y su presentación para su examen en conformidad con el párrafo 172 de la Directrices Operativas para la Aplicación de la Convención del Patrimonio Mundial.
b. Alcanzar un acuerdo consensuado con el dueño de la propiedad de El Silencio para asegurar la protección del sitio a largo plazo.
c. Completar el desarrollo de los planes de preparación de riesgo y gestión de desastres que incluyan medidas de protección y planes de emergencia para Finca 6 durante grandes inundaciones y completar en lo formal la integración de las zonas de amortiguación revisados en el Plan Regulador para el Cantón de Osa.
d. Determinar los recursos financieros necesarios y recursos de personal que se describen en el plan de gestión, incluido el establecimiento de un administrador para cada uno de las propiedades para garantizar su protección a largo plazo y también ayudar a los visitantes del sitio. ICOMOS considera que una mayor participación pública puede tener el potencial de atraer a voluntarios que puedan contribuir a ampliar la seguridad y los servicios a los visitantes.
e. Aumentar la participación de grupos locales en el proceso de seguimiento y proporcionar capacitación para facilitar el seguimiento y las tareas de documentación.
f. Aumentar los indicadores de seguimiento para proporcionar una información más precisa sobre métodos de recopilación de datos.