Más de 150 piezas elaboradas por los pueblos precolombinos costarricenses fueron requisadas por las autoridades de Venezuela y permanecen en custodia en ese país suramericano a la espera de su repatriación.
En estos momentos ya se contabilizan tres lotes de objetos producto de dos decomisos realizados en el 2010 y en el 2014, respectivamente.
La arqueóloga Marlin Calvo, jefa del Departamento de Protección del Patrimonio Cultural del Museo Nacional , viajará a Venezuela la próxima semana para realizar el peritaje del tercer lote. “Mi trabajo será determinar el número exacto de piezas, pues se supone que son entre 50 y 70. También debemos confirmar que sean objetos precolombinos costarricenses, comprobar su autenticidad y evaluar el estado de conservación “, explicó Calvo.
El conjunto por evaluar incluye esculturas y metates de piedra, objetos de cerámica, varios fragmentos y dos esferas precolombinas, con un diámetro de entre 50 y 70 centímetros.
Posteriormente, la experta deberá elaborar un informe que presentará a la Comisión Rogatoria Internacional, el mecanismo judicial que se utiliza para repatriar bienes que se encuentran fuera del país.
Viaje no solicitado. Cómo, cuándo y por qué salieron estas piezas de Costa Rica son preguntas sin respuesta. Lo que sí se sabe es que forman parte del caso Mannil, uno de los más sonados en cuanto a recuperación del patrimonio arqueológico.
En setiembre del 2009, el Museo Nacional interpuso una denuncia contra Harry Mannil Laul y su hijo Mikhel Mannil D’Empaire, por el delito de “comercio de bienes arqueológicos”. Mannil Laul falleció el 11 de enero del 2010. Era originario de Estonia y se movió entre Costa Rica y Venezuela. Incluso fue señalado por sospechas de haber colaborado, en su país, con los nazis.
El rastro. El 23 de julio del 2010 hubo un allanamiento en la finca Motilonia, en San Rafael de Heredia, propiedad de los Mannil, donde 108 piezas fueron recuperadas, entre esas 14 esferas de piedra.
La huella Mannil también quedó en Venezuela y el tesoro precolombino costarricense en proceso de recuperación ya se contabiliza en tres lotes.
“El primero corresponde a 56 piezas que fueron decomisadas por la Policía de Aduanas y el Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela, cuando la familia intentaba exportarlas a Estados Unidos”, detalló Calvo.
El segundo decomiso se hizo en el 2014, en la denominada Casa de los Jaguares, una propiedad de los Mannil, ubicada en Caracas. En esa ocasión se recuperaron 62 objetos.
Estos dos lotes fueron sometidos a un peritaje por parte de Calvo en setiembre pasado. Pero quedaba un tercer grupo de piezas halladas en la mansión, que no habían podido ser extraídas porque estaban empotradas en una pared de la casa.
“Se le llama Casa de los Jaguares porque había cabezas de piedra en forma de jaguar, pertenecientes a metates , incrustadas en la pared como si fueran adornos”, comentó la arqueóloga.
Este nuevo lote, en custodia del Instituto de Patrimonio Cultural de Venezuela, será el que analizará la experta.
Tanto Calvo, como la directora del Museo Nacional, Rocío Fernández, están satisfechas por los resultados en cuanto a la recuperación del patrimonio; sin embargo, reconocen que falta un largo camino para la repatriación.
Antes, deben ser resueltos con éxito los procesos judiciales; además, el Museo carece de dinero para el retorno de las piezas.
Aun así, Fernández señaló que están gestionando cotizaciones para el traslado de los objetos desde Venezuela. “Hay que incluir costos de embalaje y el desalmacenaje en aduanas”, dijo.