El bullying o matonismo escolar es uno de los factores que pesa en los suicidios e intentos de quitarse la vida de los jóvenes ticos entre 15 y 24 años, reveló ayer un informe del Ministerio de Salud.
“El bullying ya está causando muertes. Hemos registrado 21 suicidios en jóvenes entre 15 y 24 años por esta causa en los últimos tres años. En lo que va del año, (han ocurrido) siete intentos de suicidio en niños entre los 10 y los 14 años.
”Como sociedad tenemos todo un reto de evitar el matonismo”, manifestó María Esther Anchía, viceministra de Salud.
El reporte desveló que el 34,8% de los acciones para acabar con su vida se dan en personas entre los 15 y los 24 años, siendo este el grupo de edad con mayor frecuencia de intentos.
Jackie Secades, psicóloga que trabaja con familiares y allegados de personas que se quitaron la vida, aseguró que el bullying sí es un problema muy grave, pero no puede verse como un único responsable de un suicidio o intento de este.
No obstante, para las autoridades de Salud, el tema del matonismo debe enfrentarse de manera directa por todos los daños que puede representar para la salud mental y emocional de los jóvenes.
Otra preocupación es que haya personas que atentan contra su vida desde edades tempranas.
“Esto no tiene edad y por eso hay que estar pendientes. Ya hemos visto intentos de suicidio desde los cinco años y niños que se han quitado la vida a los 10 años”, aseveró Allan Rímola, director de la Secretaría Nacional de Salud Mental.
Epidemia. El informe del Ministerio de Salud dejó al descubierto una realidad preocupante: el suicidio y los intentos de quitarse la vida tienen ya niveles epidémicos y de problema de salud pública.
Entre 2010 y 2013, un promedio de 318 personas se quitaron la vida al año. Es una tasa de 9,6 casos por cada 100.000 costarricenses.
“Tenemos que atacar esto. Se trata de muertes que son prematuras y completamente prevenibles”, alertó Anchía.
Esta situación se da principalmente en hombres pues el 85,8% de quienes se quitan la vida son del sexo masculino.
Sin embargo, son las mujeres quienes más lo intentan con un 59,2%.
Para Secades hay dos razones que explican ese fenómeno. Primero, dijo, la mujer es más propensa a pedir ayuda.
Y, en segundo lugar, los hombres normalmente buscan medios más agresivos y definitivos para acabar con su vida (como ahorcamientos y armas de fuego).
En contraposición, las mujeres utilizan medios más lentos (como envenenamiento o cortarse las venas), los cuales les permiten ser más fácilmente rescatadas.
El informe también señala que el 51,5% de las personas se quitan la vida en sus casas de habitación y el 47,5% lo hace los viernes, sábados y domingos.
Mayor incidencia. Las tasas más altas de suicidio están en La Cruz (Guanacaste), 16,75 casos por cada 100.000 habitantes; Talamanca (Limón), con 16,6; Mora (San José) con 15,3 y Oreamuno (Cartago) con 13,22.
En cuanto a los intentos, en lo que va de 2014 se han registrado 625. De ellos, el 55,7% está concentrado en las provincias de San José y Cartago.
“Tenemos estrategias para grupos vulnerables, como quienes padecieron algún tipo de abuso o han estado en medio de conflictos o desastres, así como los familiares de suicidas.
”Ellos tendrán ‘guardianes’ adiestrados y acceso a líneas telefónicas de emergencia”, concluyó Rímola.