“La prueba de amor ahora es ‘si me querés, me lo demostrás con fotos’, y esas fotos muchas veces son el inicio de la violencia en la relación. Fotos de ellas semidesnudas, o desnudas, en las que hay tocamientos o alguna escena de pareja”.
Así, Xiomara Jiménez, enfermera de la Clínica del Adolescente del Hospital Nacional de Niños, denuncia una realidad que percibe cada vez con más frecuencia en sus consultas: violencia en el noviazgo.
“Y luego, esas fotos son un arma para amenazar en caso de que decidan terminar la relación o negarse a algo que su pareja proponga”, aseguró.
Jiménez detalló que reciben un caso al mes de este tipo. Sin embargo, sostuvo que a ellos hay que sumar muchos otros hechos ocultos, atendidos por bullying , depresión o ansiedad.
“Cuando en estos pacientes nos ponemos a ver qué hay detrás, hay muchos que viven relaciones de violencia y ellos mismos o lo estaban ocultando o ni siquiera lo habían asimilado”, manifestó la especialista.
Estos son solo los casos que atiende la Clínica del Adolescente, cuya atracción es mínima en comparación con lo que puede suceder en el territorio nacional.
“Sí, sí es posible un subregistro. Nosotros atendemos principalmente jóvenes del área metropolitana, son muy pocos los que vemos de otros lugares, pero es una realidad que se experimenta en todo el país. ”, afirmó Dalyana Vargas, psicóloga de ese centro.
Tales abusos se ven tanto en hombres como en mujeres, pero son más comunes en mujeres que tienen un novio mayor de edad. Se dan por igual en población heterosexual como en homosexual.
“Los homosexuales tienen un doble problema: no solo sufren la violencia, si no que muchas veces la viven en silencio, ya que sus padres desconocen su inclinación sexual”, afirmó Jiménez.
¿Normal? Las especialistas aseguran que en el noviazgo adolescente predomina la violencia psicológica, pero que se percibe cada vez menos, debido a la forma como se comporta esa generación.
“Socialmente, entre los jóvenes cada vez es más normal utilizar palabras violentas en sus relaciones de amigos. Entonces, cuando es normal decirse ‘idiota’ o ‘estúpido’ en un plan de vacilón, más normal lo ven si se los dice su pareja”, aseguró Vargas.
Para el psicólogo español Luis Rodríguez Franco, experto en violencia en el noviazgo adolescente, la invisibilización de la agresión psicológica es medular.
“Te encuentras con chiquillas de 15 o 16 años que te dicen: ‘Mi novio no es un agresor, no me pega ni tira del cabello’, pero en realidad sí pueden ser agredidas. Muchos de nuestros adolescentes ya ven como normal agresiones que no son físicas y, por eso, ni las identifican”, afirmó Rodríguez.
Vargas añade: “Si hay violencia física, tienden a ocultarla mucho y eso agrava el problema”.
Según los especialistas, hombres y mujeres son violentos de forma diferente. Los hombres les condicionan los permisos a sus parejas, restringen su libertad, la vestimenta y las compañías.
Las mujeres, por su parte, tienden a manipular: se cortan en el cuerpo y les envían fotografías a sus exparejas o amigos y les dicen “si me corto es su culpa”, o “si me muero es su culpa”.
Aunque no hay una sola receta para atacar el problema, los especialistas concuerdan en que lo peor es prohibir la relación, pues eso más bien aumenta el deseo del joven de mantenerla.