Entre otras cosas, Yolanda Castañeda es especialista en educación infantil, máster en familia y educación, y además lleva años de dirección pedagógica en centros de educación preescolar en España.
Yolanda Castañeda está en Costa Rica para capacitar a maestras del nivel preescolar sobre nuevos conocimientos en el desarrollo del aprendizaje del pensamiento lógico y matemático.
La Nación conversó con ella sobre la importancia de la enseñanza a edades tempranas. Este es un extracto de la entrevista:
¿Cuál es la importancia de que un niño comience su educación desde edades tempranas?
Entre los cero y los seis años es el momento más brillante para adquirir conocimiento. Es cuando hay mayor plasticidad cerebral y las neuronas hacen que el aprendizaje sea más fluido.
”Lo aprendido antes de los seis años es vital. Si se quedan en casa, se desaprovecha ese momento tan valioso de aprendizaje.
”Hay quienes piensan que a lo que se va a un centro de educación infantil es a ser cuidado, pero en realidad hay profesionales que los hacen aprender y desarrollar sus habilidades”.
¿Qué se puede aprender en estas edades?
Se aprende sobre todos los campos. A estas edades, principalmente, se sientan las bases de los futuros aprendizajes.
”Se aprende, de forma lúdica y natural, los números y las letras. Muchos padres se sorprenden cuando ven que los chicos comienzan a leer o a reconocer letras.
”Se da también un aprendizaje físico: se desarrollan las áreas necesarias para que el niño o niña pueda, por ejemplo, tomar un lápiz sin problemas.
”También se aprende del lenguaje, de la expresión y de la fonética correcta. Muchos padres le hablan a sus hijos solo con diminutivos o palabras inventadas, sin terminar o utilizan una entonación infantil. Eso no lo ayuda al niño. Cuando van a un centro infantil encuentran maestras que les hablan con las palabras que son y, esto sí los ayuda.
”No hay que olvidar toda la parte social. Descubren que hay otros adultos aparte de mamá, papá, abuelos y tíos; descubren que hay más chicos de su edad, y todo eso hace que el aprendizaje fluya.
”El preescolar es la base. Si en segundo año de escuela los niños fracasan, es porque las bases dadas en el preescolar fallaron o porque no hubo preescolar”.
¿A cuál edad es mejor que un niño tenga su primer contacto con un centro educativo?
Cuanto antes, mejor. Esto no quiere decir que ya saliendo del vientre vaya a clases, pero sí hay lugares en donde comienzan a trabajar con ellos desde que pueden caminar, y ese es un buen momento.
”Cuanto más temprano ingresen, más se podrán desarrollar sus habilidades y destrezas”.
Hay quienes prefieren dejar a sus bebés con los abuelos mientras van a trabajar. ¿Es recomendable esto o es mejor buscar desde el principio un centro infantil?
Los abuelos están para mimar. Eso no está mal, pero para ello tienen su espacio. Los abuelos pueden convivir con ellos los fines de semana, alguna que otra noche, y, por supuesto, si el niño está enfermo y sus padres deben trabajar.
”No obstante, de lo contrario, un abuelo, por más buenas intenciones que tenga, no dispone del conocimiento que sí tienen las maestras que trabajan en los centros infantiles, y no podrán dar todo el apoyo para el desarrollo del niño.
¿Qué papel deben desempeñar los padres?, ¿deben ponerles tareas extras a los menores?
La responsabilidad de la educación es de los padres. Los centros educativos damos las herramientas, y las formas de trabajo ideales hacen que todo el aprendizaje se realice en el aula. No deben dejarse tareas.
”Para un niño, a esas edades, lo más importante es que, cuando está en casa, pueda pasar tiempo con sus padres y sus hermanos; que dé y reciba amor. Por esto, tampoco hay que saturar a los niño con información académica: ya la tienen en el centro educativo”.
¿Cómo saber si un niño va bien o va rezagado en el aprendizaje?
Cada niño es diferente y tiene ritmos de aprendizaje distintos; esto no está mal. Si hubiera problemas, la maestra lo dirá a los padres.
”De lo contrario, no debe forzarse a los niños. El aprendizaje es algo que debe fluir naturalmente, sin presiones; al fin y al cabo, todo lo que queremos son niños felices”.