Estocolmo. AFP. Hasta la invención del láser en 1960, la mayoría de los fenómenos luminosos del mundo eran explicados a partir de la antigua concepción ondulatoria de la luz formulada en el siglo XIX por el científico James Clerk Maxwell.
Sin embargo, conforme con los avances tecnológicos, el estudio de la luz comenzó a evolucionar después de la Segunda Guerra Mundial.
El físico Roy Glauber, premiado este año por la Academia Sueca, figura entre los teóricos pioneros y sobresalientes en la comprensión de la doble naturaleza de la luz, que es, a la vez, onda y partícula.
Glauber sentó las bases de la óptica cuántica, y con ello logró explicar las diferencias fundamentales que existen entre ciertas fuentes de luz. Con su criterio, el científico norteamericano descifró también los lásers como instrumentos que emiten fotones de frecuencia o partículas de luz.
"Glauber fue el pionero que abrió puertas pues fue el primero que comprendió que también necesitábamos una descripción completa de mecánica cuántica para la luz", dijo el jurado Borje Johansson
"Sus colegas John Hall y Theodor Haensch desarrollaron esto consecuentemente para aplicarlo en sus mediciones científicas. Una simbiosis entre la teoría y la práctica", dijo.