El Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa) confirmó que las afectaciones causadas por el gusano barrenador están en aumento, totalizando 1.083 casos en las siete provincias desde julio pasado. Según la entidad, esta expansión se debe a una cepa de mosca más agresiva y resistente. Las autoridades declararon en febrero pasado la emergencia sanitaria en el territorio nacional.
Durante esta semana, el número de casos positivos superó los 1.000, incluyendo la presencia confirmada en Guanacaste, la única provincia donde aún no se habían registrado casos. “Estamos frente a una cepa de mosca muy agresiva, muy resistente, va a costar mucho, hay que trabajar muchísimo el control de esta parasitosis porque se ha desplazado de forma muy rápida”, señaló Alexis Sandí, jefe del Departamento de Epidemiología del Senasa.
La enfermedad es causada por la mosca Cochliumyia hominivorax que deposita larvas en heridas expuestas, afecta tanto a animales de sangre caliente como a seres humanos. Costa Rica había erradicado esta plaga en el año 2000, por lo que su reaparición, en julio del 2023, fue considerada una “reintroducción”.
Sandí explicó que la mosca se ha adaptado al ambiente, ganando terreno especialmente en las regiones Sur (Brunca) y Atlántico (Huetar Caribe). La enfermedad ha afectado principalmente al ganado vacuno y perros, aunque también se han registrado casos en otros animales como caballos, cerdos, ovejas, cabras y aves. Hasta el momento, se han confirmado tres casos en humanos.
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La declaración de emergencia busca prevenir, controlar y erradicar la propagación de la enfermedad para proteger la salud de las personas y los animales, tanto de producción como domésticos, así como de los animales silvestres. Entre las medidas adoptadas se encuentra la regulación del transporte de animales, permitido solo entre las 6:00 a. m. y las 6:00 p. m., y la instalación de puestos de control para verificar la salud de los animales transportados.
También se mantienen puestos de control de movilización ubicados en sitios establecidos por el Servicio Nacional de Salud Animal (Senasa), para la revisión de los individuos que se transportan, para verificar que no tengan gusaneras o heridas.
Sandí informó de que se habilitó una línea de WhatsApp en el número 8966-6780 y el correo electrónico epidemiologia@senasa.go.cr para que se reporten los casos.
Además, se aumentó la dispersión de moscas estériles como medida para contener la reproducción del insecto. Sandí indicó que se están liberando semanalmente 15 millones de pupas macho (estado previo a la mosca adulta) en todo el país, producidas en un laboratorio en Panamá, cubriendo tanto zonas silvestres como reservas biológicas y parques nacionales.
La hembra de la mosca se aparea una sola vez en su vida. Este control biológico consiste en que produzca larvas estériles luego de su contacto con un macho que ha pasado por el proceso de esterilización en un laboratorio mediante irradiación. De esta manera, la población de insectos se va reduciendo, explicó Sandi. La dispersión masiva se realiza por vía aérea. Este método fue efectivo durante la erradicación lograda en el año 2000, aseguró el funcionario.
Juan Diego Obando, director ejecutivo de la Corporación Ganadera (Corfoga), manifestó que se encuentran monitoreando el desarrollo de la enfermedad. Estimó que los casos pueden ser más que los registrados oficialmente debido a que hay ganaderos que curan a los animales pero no lo reportan, por lo que hizo un llamado para que informen a las autoridades para facilitar la erradicación. Aunque las actividades de control y prevención se desarrollan de manera ordenada, existe el riesgo de contaminación en zonas silvestres, refirió.
Obando refirió que los ganaderos han estado recibiendo información constante y equipos de curación por parte de las autoridades de sanidad animal. Por otro lado, Sandí indicó que hay reportes de que la enfermedad ingresó a Nicaragua.