Coopeservidores, también conocida como CS Ahorro Crédito, fue constituida en 1957 como una entidad cuyo objetivo es estimular el ahorro y el crédito personal entre sus asociados. Al inicio, sus clientes eran exclusivamente empleados del sector público, pero con los años eso cambió.
En el 2016, la institución acordó abrirse a los asalariados del sector privado, jóvenes, emprendedores, empresarios de mipymes y empresas sin fines de lucro. La decisión amplió la base de asociados y provocó un incremento en la colocación de préstamos, especialmente en el segmento de consumo.
Tal expansión comenzó a traer dificultades a la entidad. En marzo anterior tuvo que reclasificar una porción de la cartera de créditos luego de que la Superintendencia General de Entidades Financieras (Sugef) efectuara una fiscalización que le obligó a crear provisiones adicionales. Este ajuste hizo que en lugar de ganancias, en el periodo 2023 tuviera que registrar una pérdida de ¢26.975 millones.
Sin embargo, la historia no termina ahí. El 13 de mayo pasado, el Consejo Nacional de Supervisión del Sistema Financiero (Conassif) ordenó la intervención de Coopeservidores al considerar que la administración de la institución actuó de forma negligente y puso “en peligro su seguridad y solvencia”, se argumentó en la decisión.
La polémica sobre CS Ahorro y Crédito también llegó a la vía judicial pues el Ministerio Público confirmó que investiga a la entidad por supuestas irregularidades administrativas. En esta entrega de La Dataserie mostramos cuatro gráficos que permiten comprender mejor la situación financiera de un participante que alcanzó un peso relevante dentro del sector.
La situación de la cooperativa es relevante porque cuenta con 131.500 asociados, según el Conassif, quienes tienen ahorros por un saldo de ¢510.000 millones a marzo pasado.
Adicionalmente, los activos de la cooperativa eran de ¢743.248 millones, al primer trimestre de este año, y están conformados, principalmente, por la cartera de crédito que reportó un saldo de ¢536.900 millones, a la misma fecha, según el reporte de Sugef.
La institución intervenida es la cuarta en relevancia del sector cooperativo, tan solo superada en activos por Coopenae, CoopeAnde N°1 y Coopealianza. Pero su peso supera al de algunos bancos privados costarricenses como BCT, Cathay, Improsa y Lafise.
La morosidad a más de 90 días y en cobro judicial era equivalente al 5,79% de la cartera de crédito, a abril anterior, según información reportada a la Sugef.
Las pérdidas de la entidad financiera no pararon en el 2023. La información entregada a Sugef muestra que el deterioro continuó en el 2024, y para el primer trimestre el resultado acumulado era de -¢15.038 millones.