Londres. Entidades en favor de los Derechos Humanos solicitaron “medidas vinculantes” tras la retirada de Australia de la carrera, lo que dejó vía libre a Arabia Saudita para ser la sede del Mundial de fútbol de 2034.
La candidatura saudita cuenta con el respaldo de la Confederación Asiática de Fútbol (AFC).
La FIFA abrió un plazo para la presentación de candidaturas dirigido a Asia y Oceanía para albergar el Mundial de 2034, después de que se anunciara que España, Portugal y Marruecos acogerán la cita de 2030, que también contará con tres partidos en Sudamérica (Uruguay, Argentina y Paraguay).
La retirada de la candidatura de Australia deja a Arabia Saudita como única aspirante para acoger un torneo que supondría un nuevo avance en el proyecto del reino de convertirse en una potencia deportiva mundial, lo cual genera inquietud en organizaciones de defensa de los Derechos Humanos.
La Alianza Deporte y Derechos, una coalición de organismos que incluye grupos de defensa de los Derechos Humanos y estructuras anticorrupción, declaró este martes que la ausencia de competencia en la organización del Mundial-2034 pone en riesgo la popularidad del evento de la FIFA.
Esta coalición afirmó que es vital que la FIFA apruebe y mantenga acciones vinculantes para garantizar los Derechos Humanos por parte de los países candidatos a la organización del Mundial.
“La FIFA debe dejar claro lo que espera de los anfitriones en términos de respeto de los Derechos Humanos”, opinó Steve Cockburn, jefe de Economía y Justicia Social de Amnistía Internacional.
“También deben estar preparados para suspender las candidaturas si existen riesgos significativos contra los Derechos Humanos que no se han tenido en cuenta”, añadió.
Catar, país vecino de Arabia Saudita y anfitrión del primer Mundial de fútbol en Oriente Medio en 2022, recibió críticas significativas de grupos y asociaciones, que destacaron en especial el trato a los trabajadores extranjeros en el emirato.
“La mejor forma para que la FIFA garantice los derechos de los trabajadores y asegure la libertad de expresión es prevenir posibles discriminaciones durante el proceso de selección, no después de que se confirmen las candidaturas y comience la preparación”, señaló Cockburn.
El director de iniciativas mundiales de Human Rights Watch, Minky Worden, afirmó que “dado el alcance del Mundial, todas las candidaturas de ese torneo conllevan riesgos y oportunidades que no se deben dejar pasar”.
“La política de los Derechos Humanos en la FIFA no debe limitarse a un mero ejercicio escrito, especialmente cuando se trata del evento deportivo más seguido del mundo”, concluyó.