Posiblemente en su entorno exista más de una mujer extraordinaria, esas que son increíbles, que destacan en lo que hacen, que son líderes, innovadoras, luchadoras y llenas de talento. Pero, ¿conoce los obstáculos que han enfrentado en su camino hacia el éxito?
En esta edición de mayo, mes que se conmemora el trabajo, en la Revista Perfil queremos rendir homenaje a la lucha diaria que realizan muchas mujeres para destacar en sus trabajos, con dedicación y excelencia, a pesar de las vicisitudes.
En Costa Rica, las mujeres extraordinarias abundan. Sin embargo, detrás de sus logros se esconden historias de desafíos superados y barreras derribadas. Según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censo (INEC), y el Programa del Estado de la Nación, el panorama laboral para las mujeres en el país presenta una serie de retos que vale la pena explorar.
La desigualdad de género en el ámbito laboral sigue preocupando a las autoridades, a pesar de los esfuerzos que realizan las distintas organizaciones.
Cifras desalentadoras
Este es el porcentaje de mujeres que participaron en el mercado laboral a finales de 2023, en contraste con el 67% de los hombres
Según la Encuesta Continua de Empleo del INEC, a finales del 2023, solo el 40% de las mujeres participaron en el mercado laboral, en contraste con el 67% de los hombres. Esto indica una brecha significativa de 27 puntos porcentuales entre ambos géneros. Aproximadamente 2 millones de mujeres en edad laboral estaban disponibles para trabajar, de las cuales 774,666 estaban ocupadas y 68,865 se encontraban desempleadas. Estas cifras revelan una disminución del 8% en la participación femenina en comparación con el año anterior.
Aunque se observa un aumento en el número de mujeres empleadas en trabajos formales, con un incremento de 35,000 puestos respecto al año anterior, este crecimiento no es suficiente para contrarrestar la disminución del empleo informal, que afectó a 175,000 personas en el mismo período.
Más difícil para las madres
En la actualidad, las mujeres con hijos enfrentan desafíos adicionales en el mercado laboral. A pesar de que representan el 73% de las mujeres en edad laboral, su tasa de participación en el mercado laboral es más baja en comparación con las mujeres sin hijos. El nivel educativo juega un papel crucial en esta disparidad: mientras que el 26% de las madres con educación primaria o inferior trabajan o buscan empleo, esta cifra aumenta al 63% entre aquellas con educación universitaria. Sin embargo, incluso entre las mujeres con mayor nivel educativo, la participación laboral es más baja para aquellas que son madres.
En términos de ocupaciones, las madres tienden a tener trabajos menos calificados, jornadas laborales más cortas y empleos informales con mayor frecuencia que las mujeres sin hijos. Esto sugiere que muchas madres optan por trabajos que les ofrecen flexibilidad para conciliar con sus responsabilidades familiares, a menudo sacrificando derechos laborales y oportunidades de progreso profesional.
En última instancia, muchas de las disparidades en el mercado laboral que afectan a las mujeres en Costa Rica están arraigadas en factores culturales y sociales históricos. La valoración diferenciada de los roles de género y la persistencia de estereotipos influyen en la distribución desigual de oportunidades laborales y en la reproducción de desigualdades. Es por eso que para las autoridades, abordar estas brechas requerirá un enfoque integral que promueva la igualdad de género en todos los ámbitos de la sociedad costarricense.
Ruralidad agrava la desigualdad
Otro de los factores que en el país no favorece el crecimiento de las mujeres es la zona donde viven, según lo reveló una publicación de la Universidad Nacional (UNA) publicada en 2022.
Según datos de dicha publicación, desde el año 2011 hasta el 2021, las mujeres que residen en la ruralidad laboran bajo la informalidad, evidenciando un incremento constante que va de un 53.69% a un 56.72%.
La realidad de estas circunstancias son aún más preocupantes, ya que la mayoría son precarias, esto se ve corroborado al analizar el rango de ingresos en el que más del 60% de la población analizada percibe menos de dos salarios mínimos y este problema se agrava cuando para finales del 2021, el 32.93% percibe menos de un salario mínimo.
Promover cambio cultural
Según la economista, M.Sc. María Leonela Artavia, quien coordinó el Proyecto de Investigación Trabajo y Crisis de la Escuela de Economía de la Universidad Nacional, es importante echar a andar acciones coordinadas que permitan una reducción del desempleo de las mujeres, al menos, en el mediano plazo.
Se deben impulsar espacios formativos que realmente sean pensados, diseñados y puestos en marcha contemplando las tareas de cuido que ellas deben asumir y las condiciones de vulnerabilidad que experimentan, pues responsabilidades familiares -trabajo doméstico no remunerado- y la carencia de recursos económicos constituyen las principales razones de no asistencia a la educación formal por parte de las mujeres. Ello implica avanzar en materia de una distribución más justa de las tareas de cuidado, el fortalecimiento de las redes de cuido, así como la valorización y reconocimiento del rol imprescindible que tienen las mujeres en el sostenimiento de la vida
— M.Sc. María Leonela Artavia
Por otra parte, añadió que es fundamental promover un cambio cultural en el que se promueva la participación laboral de las mujeres más allá del sector de cuidados para contemplar puestos relacionados con otras áreas, con especial foco de atención a la promoción de su inserción en las ciencias.
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Mujeres de éxitos y luchas
Noelia Villalobos, arquitecta, escritora, emprendedora y directora del proyecto inmobiliario Selva Coral.
La vida de Noelia Villalobos está llena de emociones. Algunos días debe levantarse muy temprano para salir de su casa en Escazú rumbo a Jacó a cumplir con su labor como directora del desarrollo turístico Selva Coral, y por la tarde se divide entre las tareas y las clases extra curriculares de sus hijos, mientras llega la noche y asiste a formaciones espirituales y dedica tiempo a la lectura y la escritura de su primer libro.
Sin embargo, antes de llegar a este momento de su vida, esta joven arquitecta debió sortear obstáculos que más de una vez la dejaron sin fuerzas para continuar y que cuenta en la siguiente entrevista.
¿Cómo describiría el inicio de su carrera como arquitecta?
Bueno, siempre me gusta recordar que esta historia inició sin saber que un día me iba a convertir en arquitecta. Vengo de orígenes humildes, una familia emprendedora y llena de amor.
De niña recuerdo que con muchas limitaciones económicas decoraba siempre mi cuarto, trataba de remodelarlo según yo, lo pintaba y a mi modo trataba de repararlo.
Siempre fui buena estudiante y cuando salí del colegio pensé que iba a estudiar decoración, hasta que un amigo me sugirió que estudiara arquitectura y le encontré mucho sentido, a pesar de que no conocía ningún arquitecto y que tampoco comprendía mucho del tema.
Cuando entré a la Universidad de Costa Rica lo hice junto a cerca de 120 estudiantes. La carrera fue durísima, tenía que trabajar y el nivel de exigencia era muy alto. Nunca fue sencillo, y varias veces me cuestioné si tendría la capacidad para lograrlo, sin embargo siempre seguí adelante, y cuando dudaba, Dios se encargaba de motivarme, por ejemplo, recuerdo que una vez de 40 estudiantes, fui la única que aprobó una materia que era durísima. Tardé sacando la carrera 10 años y, al final de 120 estudiantes que iniciamos, solo 3 logramos graduarnos y yo lo hice estando embarazada de mi primera hija.
Una vez que se sale de la universidad, ¿cómo logra abrirse camino como arquitecta?
No fue sencillo, tenía una bebé y volví a quedar embarazada, estaba recién casada y ya tenía dos bebés con una diferencia de año y cuatro meses entre uno y otro. Aun así, sabía que quería ser una gran arquitecta, a pesar de tener todo en contra.
Trabajaba en un lugar que luego cierra y me quedé sin trabajo, fue entonces cuando comprendí que debía trabajar por mis propios medios. Inicié haciendo planos y luego, mi exceso de confianza me fue llevando a asumir proyectos más grandes, descubrí que era una arquitecta que podía construir y empecé a buscar proyectos para remodelar, fundé mi empresa de construcción y remodelación.
Mi trabajo me fue abriendo otras puertas, me convertí en una arquitecta con botas de construcción y que además recorría los proyectos mientras combinaba mi labor como mamá; tuve tres hijos más, una está en el cielo.
Me acostumbré a supervisar proyectos mientras daba de mamar sobre tablones y eso nunca me hizo más débil, todo lo contrario.
¿Cómo ha sido liderar esos proyectos en un ambiente mayoritariamente masculino?
La industria de la construcción es algunas veces machista. Sé lo que es tener que enfrentarme a maestros de obras o ingenieros con mucha formación y que debatan mis propuestas solo por ser mujer y se supone que las mujeres no sabemos de esas cosas de construcción, pero aprendí a demostrar seguridad, aunque después de una reunión me ponga a llorar porque ese día me siento más susceptible… eso me gusta, porque me recuerda que soy una mujer real.
Sé que por ser mujer debo defender con más firmeza mis ideas, porque me cuestionan más que a los hombres, pero eso me ha fortalecido, aprendí a negociar grandes proyectos, a estar al mismo nivel de personas de mucha experiencia y prestigio, a verme confiada y a proyectarme como una arquitecta que conoce bien su trabajo y que además sabe de construcción.
Ese perfil me llevó a ser ahora la directora de este gran proyecto en Jacó que se llama Selva Coral.
Y su faceta como escritora, ¿cómo surge?
En la vida como todas las mujeres he tenido aciertos y desaciertos y he aprendido lecciones que me gustaría compartir con otras mujeres que están viviendo situaciones como las que viví.
El libro es un proyecto íntimo, donde comparto vivencias que en su momento no fueron tan agradables pero que permitieron que me transformara en una mujer más fuerte, en una mamá de cuatro hijos con los que tengo una familia hermosa y dinámica.
Espero que mi libro salga pronto y que mi historia sirva de ayuda para que muchas mujeres conozcan todo el potencial que tienen y que salgan adelante, independientemente de la realidad que esté viviendo.
Frase destacada
Aprendí que una siempre debe seguir caminando con la mirada puesta en sus sueños, que los obstáculos se pueden derribar y que las mujeres tenemos la capacidad de llorar, secarnos las lágrimas y seguir con firmeza y determinación.
— Noelia Villalobos
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Alicia Arrieta, bombera de 28 años y estudiante de idiomas.
Alicia siempre quiso ser rescatista y buscó la forma de hacerlo a través de la unidad de bomberos, institución a la que logró entrar al inicio en labores administrativas, sin embargo, nunca perdió de vista su sueño de ser bombera.
La oportunidad finalmente llegó y Alicia no lo pensó, a pesar de tener a su familia en contra. “A mi mamá le costó aceptarlo, ella sentía que era un pasatiempo y que debía enfocarme en otra cosa, sin embargo para mí era una pasión, me sentía realizada y aun con mis papás en contra lo logré”, contó Alicia.
Cuando entró era la única mujer y en la estación tampoco estaban muy de acuerdo ya que anteriormente no habían tenido buenas experiencias con mujeres, sin embargo, ella logró demostrar que su condición de mujer no era un obstáculo.
“Fue complicado, bomberos es prácticamente una carrera, la parte física es un reto, tenía que competir con hombres en realidades muy diferentes, ellos sin duda tienen una ventaja física en cuanto a fuerza y a mí tampoco me ayuda mi estatura ya que mido 1,54 cm”, agregó Alicia.
Una de sus motivaciones para mantenerse ha sido la satisfacción de lograr sus objetivos a pesar de los obstáculos, además, el agradecimiento de la gente a la que ha tenido oportunidad de ayudar en cada una de las emergencias a las que ha asistido.
Actualmente, Alicia presta su servicio en la Estación Metropolitana Norte, en San José, su mamá logró comprender la importancia de la labor que realiza, además, estudia idiomas y asegura que trabajar como bombera ha sido de las mejores experiencias que ha tenido en su vida.
Frase destacada
Las mujeres tenemos una sensibilidad única que hace que podamos vivir nuestros trabajos con más intensidad, vivimos con emociones que salen del corazón y eso nos hace ser fuertes y especiales
— Alicia Arrieta
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Shirley Pizarro, opera grúas de gran tamaño en APM Terminals en Moín.
Con 42 años, es mamá de dos hijas y abuela de un bebé de seis meses, además, tiene un trabajo que le apasiona en la Terminal de Moín en Limón. Shirley Pizarro opera mulas y grúas con las que trasporta parte de la mercancía que diariamente transita por esta importante terminal.
“Desde pequeña me encantaban los carros, me apasiona manejar y ahora que gracias a mi trabajo tengo la oportunidad de operar grúas de 29 metros de altura, me siento totalmente realizada. Siento además mucho orgullo por lo que hago, ya que siento que contribuyo a la economía del país ya que mi trabajo consiste en recibir y enviar los contenedores con todo tipo de productos, desde frutas que vienen refrigeradas hasta productos secos e incluso, los carros que ingresan al país”, comentó Shirley Pizarro, vecina de Corales 1 en Limón.
Esto lo hace poniendo en marcha estos vehículos desde una cabina donde está el operador con todos los mandos, el monitor de la máquina y las tareas, trabaja por medio de radio y una computadora que es la que le indica la información que necesita para el traslado de los contenedores.
“La gente se admira del trabajo que realizo y me pregunta que si siempre he trabajado en esto, pero no, anteriormente trabajaba como manicurista, pintaba uñas a domicilio y era algo que también me gustaba mucho, sin embargo creo que una debe asumir retos distintos y aprender cosas diferentes”, concluyó Shirley Pizarro.
Frase destacada
En la vida hay que ser atrevidas, hacer cosas diferentes, ponerse retos que a una misma la sorprendan
— Shirley Pizarro
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Dra. Adriana Yock Corrales, jefa del servicio de emergencias del Hospital de Niños.
Tiene 43 años, está casada y tiene dos hijas, además, es una pediatra apasionada por la atención de las emergencias.
“Mi interés por la atención de las emergencias surge sin planearlo. Cuando estuve haciendo mi residencia llegué a emergencias y por mi personalidad activa creo, mis compañeros me decían que veían en mi habilidades para atender emergencias, en ese momento la verdad me pareció una idea interesante y con sentido, sentí que efectivamente contaba con ciertas habilidades para estar ahí”, comentó la pediatra Adriana Yock.
A partir de ese entonces buscó la manera de capacitarse aún más. Viajó a Australia para sacar la especialización en emergencias pediátricas y obtuvo además una maestría en epidemiología.
Su pasión y conocimiento en el tema de la atención de emergencias hizo que en poco tiempo destacara en la industria.
La costarricense ha sido invitada a ser parte de exposiciones internacionales, también, forma parte de la Asociación de Médicos Emergenciólogos de Costa Rica, de la Asociación Latinoamericana de Emergencias Pediátricas y de la Federación Mundial de Medicina de Emergencias, además, es coordinadora del Comité Local de Emergencias e integra la Comisión para el Análisis de Servicios de Emergencias de la CCSS y es la jefa del servicio de emergencias del Hospital de Niños.
¿Cómo ha influido en su carrera como emergencióloga el hecho de ser mujer?
Sin duda el ser mujer y, mamá sobre todo, me ha hecho ser mucho más empática, en esta profesión se necesita ser resiliente todos los días, manejar muy bien la incertidumbre, dar soluciones rápidas, en emergencias muchas veces se debe improvisar, por ejemplo, si llega un paciente que requiere de cierto equipo con el que no se cuenta en ese momento, debemos solucionar con lo que se tenga a mano. Es un servicio muy demandante, hay que tener cierta personalidad, no cualquiera aguanta el ritmo, también hay que tener cierto orden mental y tomar decisiones con poca información. Las mujeres somos seres muy completas y al menos, en mi caso, tener la habilidad de hacer varias cosas al mismo tiempo me ha ayudado mucho, y el ser mamá me ha permitido tener una sensibilidad especial.
¿Cómo logra separar sus sentimientos de la parte médica?
Es difícil, sobre todo cuando llegan pacientes de la edad de mis hijas, sin embargo, en ocasiones todo pasa tan rápido que hasta después logro pensar e involucrar los sentimientos. Claro, una muerte siempre afecta, hay casos que me han marcado, dar malas noticias a las familias siempre es durísimo, pero en el momento me concentro en la manera de hacerlo lo más humano y profesional posible.
Para la Dra Adriana Yock, en este momento su principal reto es el manejo del tiempo, ya que trata de ser una mamá presente, de acompañar a sus hijas a sus clases, en los retos de su edad, al mismo tiempo que trata de contribuir con estudiantes de medicina e influir de la mejor manera en la atención de las emergencias que tiene en sus manos.
Las mujeres tenemos la capacidad de destacar en todo lo que nos propongamos, para lograrlo debemos capacitarnos, aprender siempre y organizarnos para cumplir con todo lo que nos necesite
— Dra. Adriana Yock Corrales
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Sonia Medina tiene 50 años, es productora de ostras y representante de la pesca artesanal de Isla Venado.
Su historia con el cultivo de ostras y con la pesca en general, inició con el propósito de generar recursos económicos y hacerlo de forma organizada, luchando además por mejores condiciones de vida, con más derechos tanto para ella como para otras mujeres.
“Tradicionalmente la pesca ha estado a cargo de los hombres, pero es una actividad que también podemos hacer las mujeres. En el caso del cultivo de las ostras para nosotras las que desarrollamos el proyecto Cultivo de Ostras Deli, nos ha permitido generar recursos económicos, independizarnos, tener voz y voto en el sector y, realizarnos como mujeres a través de un trabajo hermoso y honesto”, dijo Sonia Medina.
Ella además es desde hace cuatro periodos la presidenta de la Asociación Local Pescadores de Florida Isla Venado en Puntarenas, la cual cuenta con participación de cerca de 90 pescadores locales, tanto hombres como mujeres, y desde esta organización, ha logrado visibilizar el impacto de las mujeres en la cadena de valor de la pesca.
Frase destacada
Las mujeres podemos incursionar en cualquier industria y hacerlo con excelencia, ser líderes y beneficiar a otras mujeres que necesitan de la solidaridad del género
— Sonia Medina
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Rosaysella Ulloa Villalobos, Gerente General del Banco Nacional.
Es licenciada en administración de negocios y máster en Administración de Empresas con especialidad en Concentración en Banca y Finanzas del INCAE.
Apasionada por el bienestar de las personas, esposa, madre de dos hijos y comprometida con el desarrollo sostenible de Costa Rica, así es la líder del Banco Nacional (BN). Cuando era niña acompañaba a su padre a la sucursal del BN en Alajuela, donde jugaba con ilusión a ser cajera del banco.
Su sueño de trabajar en el BN se cumplió en 1992, cuando ingresó como analista de
cuentas corrientes y crédito a la misma sucursal de Alajuela. Si capacidad de liderazgo, empatía y comunicación le abrieron las puertas para construir una carrera ascendente de más de 32 años, que la llevó a asumir cargos de dirección y jefaturas en diferentes áreas, hasta convertirse en la primera mujer en ocupar la Subgerencia General y actualmente la Gerencia General.
Frase destacada:
Quiero inspirar a muchas mujeres a lograr sus sueños y conquistar sus metas personales, familiares y laborales. El camino no es fácil, pero si trabajamos enfocadas podemos lograr grandes cosas. Me encanta utilizar el bambú como ejemplo, porque es una planta que genera raíces fuertes y cuando crece puede alcanzar alturas de hasta 30 metros sin quebrarse y siendo muy resiliente. Seamos como el bambú para que logremos crecer
— Rosaysella Ulloa Villalobos
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Brenda Narváez, tiene 53 años y desde hace 16 trabaja en Panificadora El Hornito, de Walmart.
Actualmente, esta vecina de Salitrillos de Aserrí, es líder del grupo de la tarde en dicho departamento, pero confiesa que cuando entró a trabajar aquí, no sabía nada de repostería, toda su experiencia previa había sido en el sector de manufactura de ropa, pero poco a poco fue aprendiendo con el apoyo de sus jefes, en especial su supervisor Randall Fallas, con quien está muy agradecida por la enseñanza.
Pasó por el área de panadería, empaques, hojaldre y poco a poco fue ascendiendo hasta llegar al área de postres, en la que desde hace cuatro años se desempeña como líder de grupo.
Frase destacada:
Al principio fue difícil aprender, pero me dije, me voy a arriesgar por mi hija, todo está en la actitud y me ha ido muy bien. Ahora ella es una mujer de 30 años, graduada y me demuestra que el esfuerzo valió la pena
— Brenda Narváez
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Ana Jiménez Sánchez, operaria de panadería.
Esta escazuceña de 47 años es una mujer que ha sabido aprovechar las oportunidades que se le presentan en la vida. Ella empezó a trabajar en Panificadora El Hornito hace siete años y poco a poco ha ido escalando hasta alcanzar el puesto de operaria 3 que ostenta actualmente. Ana ingresó como empleada temporal en el área de limpieza y finalizado su contrato, le ofrecieron quedarse de modo permanente en la elaboración de panes.
Esta madre de 4 hijos, entre los 31 y 20 años, todos profesionales, comenta que se entusiasmó tanto con la oportunidad que se matriculó en cursos básicos de repostería y decoración de queques para aprender más.
Frase destacada:
Gracias a mi trabajo he logrado construir muchos sueños y sacar a mis hijos adelante
— Ana Jiménez Sánchez
Brenda Narváez como Ana Jiménez forman parte del 46,4% del talento femenino que trabaja en Walmart Costa Rica.
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María José Chacón Gómez, productora de coliflor y brócoli.
Esta vecina de Santa Rosa de Oreamuno, Cartago tiene 28 años y desde hace un año y medio decidió escuchar el consejo del comprador al que le vendían la cosecha y poner su propia empresa para venderle directamente a Walmart, a través de su programa Tierra Fértil.
Aunque al principio sintió temor de aventurarse, la confianza y el conocimiento que había adquirido trabajando junto a su padre en esta misma labor desde los 15 años le dieron ánimo para emprender.
Actualmente está casada y tiene dos hijos, y asegura que este emprendimiento le permite gozar de libertad financiera y dedicar tiempo de calidad a su familia.
Frase destacada:
Todo es en los tiempos de Dios
— María José Chacón Gómez
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Jeannette Arquín Carrión, gerente del hotel El Silencio Logde and Spa desde hace dos años.
Lo que más disfruta es la calidad de personal humano que tiene a su cargo, el clima de Bajos del Toro y el contacto con los huéspedes. Asegura que uno de los grandes retos es captar personal especializado para el tipo de servicio que ofrece el hotel, ya que su enfoque es un turismo de muy alto nivel. El Silencio está dirigido a turismo de bienestar, en el segmento de lujo a high end, por lo que todo su servicio lleva sello de calidad. En manejo de un hotel de este nivel requiere una mezcla de disciplina, exigencia y buen trato. En su día a día pasa pendiente del cumplimiento de objetivos, presupuestos, y otros indicadores de desempeño que garantizan un óptimo servicio y la consecución de las metas.
Frase destacada:
Liderar personal pasa por muchos aspectos. No se trata solamente de velar por el cumplimiento de metas, lo cual desde luego es muy importante. También es necesario motivar, velar por el bienestar, cuidar su tiempo libre, procurar la capacitación constante y la integración en los diferentes departamentos. Todo esto requiere balance, estamos enfocados en turismo de bienestar y nuestro personal tiene que vivirlo también
— Jeannette Arquín Carrión
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Verónica Castro, Vicealcaldesa de Municipalidad de Sarchí desde hace 4 años.
Recientemente inició su segundo periodo consecutivo. Su experiencia laboral –antes de entrar en política- fue en servicio al cliente y en mercadeo digital.
“Disfruto mucho mi trabajo, especialmente el contacto con el pueblo. He aprendido que todos los problemas, grandes o pequeños, se pueden afrontar con el trabajo conjunto. Me gusta trabajar de la mano de las comunidades, ahí es donde encontramos los aliados para abrir oportunidades para todos, sentimos una gran satisfacción cuando se inaugura un Cen-Cinai o cuando una comunidad resuelve un problema de carretera o de seguridad. Un funcionario municipal por sí solo no puede resolver los problemas del cantón, pero con la organización de los vecinos sí es posible sacar adelante los proyectos”.
Frase destacada:
Antes la Vicealcaldía era un puesto casi de adorno, incluso hoy día en algunas municipalidades esta sigue siendo la realidad para muchas colegas. En esta municipalidad no es así. Sarchí es una de las municipalidades con mayor representación de mujeres en cargos de jefaturas, creo que el alcalde lo ha hecho muy bien en ese sentido, dejando que las jefaturas tomen decisiones
— Verónica Castro
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Ana Karina Guzmán, empleada doméstica.
Tiene 41 años, es nicaragüense y desde hace más de 10 años vive y trabaja en Costa Rica. Es madre de tres hijos, de 11, 21 y 25, quienes actualmente viven en Nicaragua. El mayor de ellos ya se casó y las dos menores viven bajo el cuidado de sus abuelos maternos. Ella es consciente del gran valor de su trabajo, y procura dar siempre su máximo esfuerzo en cada tarea que realiza.
Frase destacada:
Muchas veces no se le da importancia a este trabajo, sin embargo, gracias al aporte que hacemos las trabajadoras domésticas es que muchas mujeres pueden ir a trabajar sabiendo que sus hijos están en buenas manos. Para mí el trabajo es una honra, con mi esfuerzo puedo llevar sustento a mi familia, por eso me siento orgullosa de mi trabajo y agradecida de tenerlo
— Ana Karina Guzmán