El acceso y uso de Internet podría estar significativamente relacionado con un aumento en el bienestar personal, según los resultados de un amplio estudio llevado a cabo por el Instituto de Internet de Oxford (OII), que analizó datos de 168 países.
El estudio del OII, que examinó la influencia de Internet en la vida de las personas, sin centrarse exclusivamente en las redes sociales, mostró resultados prometedores sobre los beneficios generales de estar en línea. Aunque se reconocen efectos mixtos, como los vínculos entre el uso de redes sociales y síntomas depresivos en mujeres jóvenes, la investigación subraya la prevalencia de efectos positivos.
Según en una nota publicada en el sitio de la BBC el profesor Andrew Przybylski, de la Universidad de Oxford, quien lideró el estudio, enfatizó la importancia de abordar las políticas de Internet con una mentalidad abierta a los datos.
“Para hacer del mundo en línea un espacio seguro, especialmente para los jóvenes, debemos evitar soluciones generales y basarnos en la evidencia que aportan los datos”, comentó Przybylski.
La recopilación de datos se extendió del 2006 al 2021, involucrando a dos millones de personas de edades entre 15 y 99 años, provenientes de diferentes regiones del mundo. Los individuos con acceso a Internet reportaron mayores niveles de satisfacción vital y bienestar social.
Kevin McConway, estadístico involucrado en la investigación, destacó la utilidad de este estudio como un punto de partida para futuros análisis.
“Aunque es un enfoque muy general, cuestiona seriamente la visión de que Internet es nocivo para nuestra sociedad”, apuntó McConway.
Mujeres jóvenes dieron datos negativos en uso de Internet
El estudio reciente exploró ocho indicadores de bienestar que incluyen la satisfacción con la vida, experiencias diarias negativas y positivas, y el bienestar comunitario. Los investigadores analizaron un “multiverso” de casi 34,000 diferentes modelos estadísticos y subconjuntos de datos, descubriendo que en el 85% de los casos, estas asociaciones entre la conectividad a Internet y el bienestar resultaron positivas y estadísticamente significativas.
Sin embargo, el 5% de las asociaciones que vinculan el uso de Internet con el bienestar comunitario fueron negativas, observándose principalmente entre mujeres jóvenes de 15 a 24 años. Aunque esto no demuestra que el acceso a Internet cause infelicidad, el estudio señala que es “consistente con informes previos de aumento del ciberacoso y asociaciones más negativas entre el uso de redes sociales y síntomas depresivos entre mujeres jóvenes”.
La Dra. Ruth Plackett, investigadora principal en el University College London, destacó la importancia de entender las limitaciones de lo que la investigación puede revelar, como el hecho de que se centró en la persona “promedio” en un país dado. “Por ejemplo, no aísla el uso de las redes sociales”, mencionó en una entrevista con la BBC, añadiendo que “sabemos que los jóvenes pueden estar expuestos a contenido perjudicial en estas plataformas, lo que puede generar asociaciones más negativas con el uso de Internet”.
Simone Vibert, jefa de política e investigación en Internet Matters, que ofrece consejos sobre seguridad en línea, expresó una visión similar, señalando que aunque estar en línea viene con muchos beneficios, también hay aspectos negativos.
“Existe una clara necesidad de un enfoque basado en evidencia, haciendo que estudios como este y futuras investigaciones sean vitales”, afirmó Vibert.
Las limitaciones del estudio
Los investigadores también reconocen las limitaciones del estudio, notablemente la incapacidad para probar la causa y el efecto. Por ejemplo, no pudieron descartar completamente la posibilidad de que los aumentos en los ingresos, que también estaban vinculados con incrementos en el acceso a Internet, fueran la razón detrás de la mejora en el bienestar de las personas.
El profesor Przybylski destacó que hay lecciones claras para los formuladores de políticas que buscan aumentar las protecciones para los jóvenes en línea. Apuntó a la falta de estudios revisados por pares sobre el tema y el hecho de que la mayoría de las investigaciones realizadas se centraron en naciones angloparlantes y más ricas. “Realmente queremos lo mejor para nuestros niños”, explicó, pero dijo que eso significaba seguir los datos.
“Si nuestras políticas y nuestros recursos están guiados por anécdotas, vamos a defraudar a muchas familias”, afirmó Przybylski.
Como las investigaciones anteriores de Przybylski, este trabajo, realizado junto con el coautor el profesor Matti Vuorre, se basa en información del Gallup World Poll, una encuesta a millones de personas en todo el mundo. El estudio será publicado en la revista revisada por pares Technology, Mind and Behavior.