En Costa Rica abundan numerosos destinos turísticos accesibles para toda la población. Es por ello que el propósito de La Fiebre de Viajar, un proyecto creado por una pareja de casados apasionada por el turismo, es motivar a que los ticos salgan a explorar sus alrededores.
Alfonso Villalobos Suárez y María Fernanda Quirós Salas, los fundadores de La Fiebre Viajar, han visitado innumerables paraderos tanto a nivel nacional como internacional. A través de su sitio web y sus redes sociales, las cuales suman 200.000 seguidores en TikTok, 160.000 en Facebook y 143.000 en Instagram, comparten recomendaciones esenciales para viajar: precios, nivel de accesibilidad e indumentaria para disfrutar al máximo la experiencia.
“Nosotros somos como un costarricense normal que le gusta salir de paseo. Un sábado puede agarrar el carro o ir en bus a una finca que la entrada vale ¢4.000 y tiene unas pozas chivísimas, o que puede irse a un parque nacional donde la entrada vale ¢1.000”, expresó Villalobos en una entrevista con La Nación.
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Recomendaciones de La Fiebre de Viajar
Al conversar sobre destinos ideales para una excursión de un día, Villalobos destacó la Reserva Biológica Tirimbina, situada en La Virgen de Sarapiquí, a aproximadamente 1 hora y 50 minutos de San José. Esta reserva está repleta de exuberante vegetación y es su preferida por la posibilidad de cruzar el río Sarapiquí a través de un puente colgante.
En segundo lugar se encuentra la catarata del Toro, en Bajos del Toro de Sarchí, en Alajuela. De acuerdo con la pareja, este destino no requiere de un vehículo 4x4 para ingresar y ofrece una caminata tranquila que permite acercarse a la catarata para capturar fotografías. En esta área predomina la intensidad del sonido del agua y también se encuentran zonas para descansar y disfrutar de los paisajes.
En Ciudad Quesada de San Carlos, el Parque Nacional Juan Castro Blanco, obtuvo el tercer lugar en la lista de recomendaciones de La Fiebre de Viajar. Su principal atractivo, la laguna Pozo Verde, que está rodeada de una paleta de colores verdes y turquesas, tal como “una pintura”. Además de su belleza natural, este paradero se ubica a tres horas de San José y cuenta con un mirador y un pequeño puente colgante.
Otro parque nacional recomendado es el Volcán Barva, en Heredia. Eso sí, Villalobos señaló que los últimos dos kilómetros del trayecto no se encuentran en buen estado, por lo que no son aptos para todo tipo de vehículo. En cambio, es recomendable parquear y caminar el resto del recorrido.
El quinto destino recomendado por La Fiebre de Viajar es la Catarata El Rey, la cual se encuentra en Puriscal y sobresale durante la época lluviosa. Allí, la abundante cantidad de agua que fluye por las rocas crea efectos visuales y asemeja la caída del agua en forma de vestido.
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La historia de La Fiebre de Viajar
La Fiebre de Viajar nació a finales de 2017, cuando Alfonso y María Fernanda se reunieron en una soda en Tibás. Según recuerda Alfonso, ambos conversaban sobre el hecho de que, en ese momento, no encontraban mucha información sobre paseos turísticos, por lo que decidieron llenar el vacío con su propio proyecto. Ese mismo día crearon todas sus cuentas y se propusieron recomendar lugares accesibles para la población mediante contenido llamativo e inmersivo.
Descubrir destinos turísticos siempre ha sido una constante para la pareja, que disfrutaba de caminar entre la naturaleza y planificar viajes dentro y fuera del país mucho antes de que crear su proyecto. Esta afinidad les permitió combinar sus talentos para dar vida a La Fiebre de Viajar, ya que Alfonso es geólogo y María Fernanda es diseñadora.
Desde su lanzamiento, la popularidad de La Fiebre fue creciendo poco a poco. Además de generar contenido para redes sociales, la marca también ofrece una variedad de artículos como mochilas, camisas y libretas. Hasta la fecha, tanto Alfonso como María Fernanda se dedican por completo a la empresa y realizan entre dos y cuatro viajes por mes.
La relación de La Fiebre de Viajar con sus seguidores también se ha fortalecido con el paso del tiempo, ya que estos les sugieren nuevos lugares para visitar o les plantean consultas sobre destinos turísticos. Según Villalobos, su propósito es que la relación no sea unidireccional, debido a que buscan nutrir la comunidad a partir de consejos y recomendaciones.
Incluso, han organizado dinámicas donde Alfonso y María Fernanda preparan su equipaje y someten a votación del público el destino final. Posteriormente, comparten su aventura a través de redes sociales y ofrecen una casilla de preguntas para responder las inquietudes de sus seguidores.
Además, la pareja organiza eventos llamados ‘Encuentros de fiebres’, en los que convocan a los seguidores periódicamente para participar en actividades recreativas y gratuitas, que van desde caminatas hasta jornadas de limpieza o siembra de árboles.
“A veces, un día que tal vez no tenemos nada planeado, nos alistamos para ir algún lugar. Después uno regresa a la casa renovado y full energías. Puede ser que regrese un poco cansado, pero feliz porque no hay nada que nos ayude a liberar más que estar un ratito en la naturaleza”, finalizó el cofundador de La Fiebre de Viajar.
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