A largo de su historia, nuestra benemérita Orquesta Sinfónica Nacional (OSN) ha pasado por diferentes crisis que han marcado épocas y, gracias al compromiso de un país que ha decidido invertir en la cultura, se ha logrado mantener como símbolo de paz y progreso.
Hace pocos días quise de alguna forma repasar algunos de los momentos épicos de la OSN, que quedaron plasmados en un maravilloso documental llamado TEMPO, dirigido por un grupo de talentosos jóvenes cineastas costarricenses, el cual está disponible en plataformas digitales. A varios gestores y a mí, mientras fui director ejecutivo del Centro Nacional de Música, nos ha tocado sacar adelante a la OSN en diversas crisis.
Mientras veía el documental, me tuve que hacer la pregunta: ¿cuál es el futuro de nuestra orquesta?
En estos momentos hay una serie de situaciones críticas que rodean a la orquesta. En días pasados y por razones poco claras, no se le renovó el contrato al maestro Carl St.Clair, después de diez años como director titular.
A partir de la próxima temporada, se habrá jubilado un número importante de colegas que han estado desde aquella primera generación de niños costarricenses que, haciendo fila, le dieron tres vueltas al Teatro Nacional para hacer una audición que les cambió la vida. Se están presentado inconvenientes serios para nombrar a nuevos integrantes, debido a los problemas profundos de la administración pública.
Sumado a estos problemas hay que considerar la complicada situación mundial, con dos guerras y las consecuencias de la pandemia. El tema merece un simposio de expertos nacionales e internacionales que puedan analizar las fuerzas internas y externas para dar luz al camino a seguir.
Desde la creación de la OSN en 1940, se ha hecho un gran y constante esfuerzo humano para que el país cuente con un colectivo orquestal de alto nivel musical, que ha venido a enriquecer al público local y más allá, pues hay músicos costarricenses que brillan en todos los continentes.
Desde la creación de la OSN en 1940, se ha hecho un gran y constante esfuerzo humano para que el país cuente con un colectivo orquestal de alto nivel musical, que ha venido a enriquecer al público local y más allá, pues hay músicos costarricenses que brillan en todos los continentes, lo cual ha permitido el reconocimiento internacional.
Es necesario que la orquesta priorice la interpretación de obras de compositores costarricenses y comisione activamente nuevas obras que puedan ser grabadas, así como difundidas mundialmente en plataformas digitales.
Ahora, es momento de plantear algunas recomendaciones para ese futuro brillante que todos deseamos tenga la OSN:
- Tener una visión: Formar un plan para el futuro por medio de un cuerpo de músicos profesionales, cuyo fin sea contribuir al desarrollo, el fortalecimiento y la difusión de la música en todas sus manifestaciones, dentro y fuera del territorio nacional. En este sentido, es necesario generar alianzas público-privadas para cultivar en la juventud el gusto por el arte, para lo cual es fundamental el apoyo del Ministerio de Educación Pública para expandir la educación musical en escuelas y colegios de Costa Rica. A su vez, es necesario que la orquesta priorice la interpretación de obras de compositores costarricenses y comisione activamente nuevas obras que puedan ser grabadas, así como difundidas mundialmente en plataformas digitales. Todo esto generará que las distintas temporadas logren atraer nuevas audiencias, y así cumplir con su utilidad pública.
- Excelencia administrativa y artística: Para que la orquesta pueda enfrentar los retos actuales, es necesario que haya un nivel de expertise mayor en los miembros de la Junta Directiva. Esta, además, debe generar directrices que permitan contar con los recursos necesarios que alimenten los proyectos futuros. Es también imprescindible contar con una gerencia con experiencia, objetivos claros y que conozca al personal humano, para que la orquesta brille dentro y fuera del escenario. Desde lo artístico con el director titular hasta la administración, la excelencia deberá ser la estrella que marque el rumbo. Las orquestas necesitan estabilidad artística, financiera e institucional. No deberían aspirar a un nivel artístico que no puedan sostener y deben hacer uso de los recursos disponibles de manera inteligente y realista.
Las orquestas necesitan estabilidad artística, financiera e institucional. No deberían aspirar a un nivel artístico que no puedan sostener y deben hacer uso de los recursos disponibles de manera inteligente y realista.
3. Compromiso con el público: Es importante reconocer que una gran parte de la audiencia de los conciertos de la OSN tiene un amplio gusto musical. A través del tiempo, no solo en los teatros sino también en iglesias, gimnasios, y demás áreas donde se ha presentado la agrupación, el público ha correspondido con sus aplausos, admiración, respeto, y cariño. La tecnología hoy abre un abanico de opciones para que la OSN alcance nuevos territorios, desde transmisiones por su página web, redes sociales, plataformas digitales, entre otras, con un contenido educativo, relevante y de interés para distintas audiencias. La amplitud de repertorios y programación, tanto clásicos como contemporáneos, permitirá la atracción de nuevos públicos, el desarrollo de los músicos y una mayor equidad e inclusión social. La experiencia y formato de los conciertos deben ser sumamente atractivos para crear el entusiasmo de no querer perderse un solo concierto programado. ¡Hay que promover más giras para que las familias costarricenses vivan la experiencia de la música en vivo!
La experiencia y formato de los conciertos deben ser sumamente atractivos para crear el entusiasmo de no querer perderse un solo concierto programado. ¡Hay que promover más giras para que las familias costarricenses vivan la experiencia de la música en vivo!
El cambio es la ley de la vida: es necesario e inminente en todos los ámbitos de la vida. Es doloroso y difícil al inicio pero, con las energías bien enfocadas, es una excelente inversión para el futuro.
Se deberá ser optimista, ambicioso artísticamente, pero a la vez realista y comprender a fondo las condiciones laborales para los músicos y las posibilidades financieras del CNM.
La OSN deberá tener un claro perfil de su futuro, que vincule la visión, las necesidades, y la capacidad misma de la organización para enfrentar nuevos retos. Se deberá ser optimista, ambicioso artísticamente, pero a la vez realista y comprender a fondo las condiciones laborales para los músicos y las posibilidades financieras del CNM.
La estructura administrativa deberá evolucionar a nuevos roles y expectativas de trabajo más allá del mismo sector cultural, para que se logren aprovechar las grandes oportunidades de forma creativa y para hacer de nuestro país un mejor lugar para convivir.
El autor de este artículo es músico, exdirector del Centro Nacional de la Música y del Centro Cultural Costarricense Norteamericano, y profesor de gestión cultural de la Universidad de Costa Rica.