Desde hace un tiempo, la calle es la plaza pública tica. No porque funcione como espacio de diálogo, sino porque parece ser el espacio que más nos ocupa y nos preocupa, donde vivimos gran parte del día, escuchamos lo que ocurre en el mundo y también chocamos entre nosotros.
Entre la maraña de carreteras, una en particular destaca por sus capacidad de resumir lo que somos hoy: la ruta 32 a Limón. Cuando se le colocaron postes abatibles para impedir a los conductores salirse de sus carriles, duraron poco sin ser derribados, amén de la telaraña burocrática en la que terminaron inmersos. Un microcosmos de nuestra patria.
Así las cosas, cuando el artista Jorge Albán-Dobles quiso resumir la crisis actual de las democracias, encontró la imagen idónea en los pobres postes amarillos, que en su nueva exposición pasan a representar, entre humor y desencanto, nuestro cuerpo político. Así estamos.
En ocho piezas, la exposición demo CRACY demo (en la Escuela Casa del Artista, Guadalupe) parte de atribulada carretera para reflexionar sobre la crisis de la "gobernabilidad". Secuencias fotográficas, foto lenticular, video, instalación, animación y estereoscopía son las herramientas de las que Albán echa mano para dibujar la amarilla desolación de sus postes abatidos.
"La génesis de esto es ser testigo de la entropía democrática por todo lado", dice el artista. "De pronto, las democracias empezaron a implosionar y el caudillismo regresó. Ocurre por todo lado: golpes de estado semilegales como el que le hicieron a Dilma Roussef, Trump en Estados Unidos, lo que está pasando en Nicaragua… Empecé a interesarme en trabajar un tema macro desde lo local, lo que siempre me ha parecido un gran reto".
Estos postes tirados en la calle remiten al intento de regular, de establecer orden, de mantenernos cada uno en nuestro carril y la forma en la que se degrada ese acuerdo. "Sí, el acuerdo común para no matarnos, creo que le decía el historiador Víctor Hugo Acuña. En Costa Rica tenemos un discurso muy fuerte, muy pacífico, pero en cualquier momento le pitás a alguien, se baja y te rompe el parabrisas con un bate. Nuestro umbral de negociación es muy bajo", explica Albán.
En la pieza que da la bienvenida al visitante, Justiciómetro, un poste –en imagen virada verticalmente– se sacude una y otra vez con el paso raudo de los automóviles. Como un contador de golpes, se sacude sin cesar. Sus compañeros, acumulados al fondo de la sala, se ven dañados, golpeados y rotos; este grupo se titula Ingobernabilidad II.
Las inquietudes que activan estas ruinas del orden pretendido no se agotan en la mera referencia: las imágenes generan, ellas mismas, en su forma, desestabilización. "Por supuesto que pude haber documentado los postes in situ, pero quería explorar el asunto de la representación. Los seres humanos, a diferencia de otros animales, nos hemos construido nuestro hábitat; no es un hábitat de cemento o de acero, sino de signos o de símbolos", dice Albán de su proceso de conceptualización de las obras.
"En la contemporaneidad, por mucho que vivás en un pueblito, esos signos son construidos por imágenes de la cultura visual. Esas imágenes son en su mayoría producto de aparatos. Esta exposición explora la producción iconográfica con aparatos, cómo poder deconstruir la mirada del aparato", explica el artista.
"Por eso el uso de la estereoscopía y la fotografía lenticular, porque encarnan cierto idealismo fallido de la representación y de la modernidad; nos quedamos en un limbo, somos 'amodernos', no posmodernos ni modernos. Esas imágenes construidas por aparatos nos dominan (pensamos que las dominamos, pero nos dominan)", argumenta Albán.
Quizá la pieza que mejor represente este cuestionamiento es Skin Nickelodeon, videocreación vista en miniatura que recuerda las primeras formas de exhibir cine –criatura de la modernidad–, a inicios del siglo XX. Al asomarse en el visor minúsculo, como antaño en los nickelodeon de las ferias, vemos cómo un poste muta en piel, la analogía se hace carne.
"Es muy importante que la fotografía trascienda esa labor tan aciaga que se la ha asignado, de resignarse a las apariencias incidentales de las cosas", declara Albán, formado como fotógrafo, pero quien lleva aquí ese concepto a varios límites.
No es mera "experimentación" ni simple efecto de chiste. "El arte que se deja arrinconar en provocación, que lo que hace es un efecto de shock, o el que se suma excesivamente al espectáculo me ha parecido siempre un tanto problemático. Por eso las piezas recurren al humor y a cierta capacidad de asombro desde lo ingenuo".
Quizá por ello hay algo de salón de juegos en la exposición. Si uno fuera un niño, se tiraría a jugar entre los abatidos postes abatibles. Sin embargo, como uno es adulto, el frío estremece la espalda. A este montón de plástico vienen a parar nuestros deseos de orden.
Visite la exposición
La exposición demo CRACY demo está abierta al público, de forma gratuita, en la Escuela Casa del Artista (del Cementerio de Guadalupe, 100 m al oeste y 50 m al sur). Teléfonos: 4060-2327 y 4060- 2324. También se ofrecerán visitas acompañadas por el artista el martes 26 de junio a las 2 p. m. y el lunes 2 de julio a la misma hora. Si desea asistir, escriba a jorgealband@gmail.com.