In The Heights es más que un musical: es un mapa emocional de nuestros apegos al origen y nuestras aspiraciones. Una cartografía sonora del barrio latino en la ciudad global. Desde sus primeras notas, el montaje de Lin-Manuel Miranda y Quiara Alegría Hudes construye un universo donde migración, trabajo, comunidad y desarraigo se entretejen al ritmo del son, hip-hop, salsa y bolero. Todo sucede en Washington Heights, un barrio convertido en personaje vivo: un lugar que suena, vibra, cambia, se defiende.
¿Qué ocurre cuando ese barrio cruza fronteras y se planta, con todos sus acentos y contradicciones, en suelo costarricense? ¿Qué se traduce y qué se transforma cuando, a través del montaje, un barrio neoyorquino se vuelve espejo de nuestras esquinas?
La reciente puesta en escena de Luciérnaga Producciones en Costa Rica no reproduce una obra: propone un acto de traducción cultural, una conversación entre realidades que se reconocen. Traducir no es solo cambiar palabras: es preguntarse cómo se dicen —y viven— los sueños, luchas y silencios en un barrio del Valle Central.
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Resistir por el lugar donde aprendimos a amar: gentrificación
En Costa Rica, fenómenos similares emergen en barrios como Escalante o Santa Teresa. Originalmente zonas residenciales de clase media o alta, han sido intervenidas por el capital turístico, gastronómico o inmobiliario. Cafeterías de especialidad, espacios turísticos y restaurantes gourmet revitalizan el paisaje urbano, pero a un costo social evidente. El aumento del valor inmobiliario, la falta de regulación urbana y la alteración del tejido barrial provocan desplazamiento, fragmentación y conflictos, además de un sentido de pérdida para quienes construyeron comunidad durante generaciones.
No se trata solo de infraestructura. La gentrificación transforma narrativas. ¿Quién cuenta la historia del barrio? ¿A quién se le permite quedarse? ¿Qué intereses se enfrentan y qué poder tienen los actores para seguir modelando la vida del barrio?
En In The Heights, el desarraigo es una herida constante. Los personajes luchan por quedarse, por proteger lo que han construido. Esa misma tensión aparece en nuestras ciudades, donde los barrios ya no se miden por esquinas, sino por su potencial de consumo.
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Cada paso es ritmo que cuenta una historia: migración
Costa Rica es hogar de miles de migrantes y personas refugiadas. Según ACNUR, en 2020 albergaba a más de 120 mil personas en condición de desplazamiento forzado. Sin contar los migrantes internos: el Valle Central, especialmente San José, ha sido destino de miles de costarricenses de “periferias”. Estos colectivos no solo buscan refugio físico, sino sentido de pertenencia, una esquina donde soñar en voz alta.
In The Heights pone al centro a una comunidad migrante que ha hecho del barrio su hogar. No es la patria que dejaron, pero tampoco tierra ajena: es el lugar donde decidieron afincarse y proyectar su vida. Territorio construido desde el afecto, esfuerzo colectivo y memoria compartida. En Costa Rica, estas historias resuenan fuerte. La abuela Claudia del musical —sabia, tierna, migrante— tiene muchas versiones locales: madres, tías, vecinas que cruzaron fronteras y hoy sostienen barrios con su trabajo y su voz. Con su sazón y acentos que se mezclan sin permiso, las culturas se cruzan, se hacen híbridas, vivas, resilientes. Los barrios acogen ese cruce: vulnerables pero fértiles.
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Un barrio que canta y cuenta
Al adaptarla a nuestro contexto, nos preguntamos cómo se encarna el barrio en Costa Rica. ¿Quiénes somos cuando bailamos en la calle, cuando tejemos redes de apoyo, cuando resistimos al olvido? Esta puesta en escena es más que un espectáculo.
Es una declaración de amor al sentido de comunidad y a nuestros espacios de afecto y socialización. El barrio, aquí como allá, es trinchera y abrazo. Ritmo y memoria.
En un país donde el urbanismo avanza sin alma y donde poblaciones migrantes enfrentan barreras estructurales, esta obra recuerda una verdad urgente: los sueños son más fuertes cuando se sueñan en colectivo, con acento, con calle. Este espectáculo es también un gesto político en el que usamos nuestra agencia como artistas y espectadores para hablar del lugar donde convivimos y cómo.
Por eso In The Heights no es sobre un lugar específico. Es sobre una forma de habitar el mundo: con dignidad, música, historia. En eso, los barrios de Costa Rica y Washington Heights no están tan lejos.
La autora es parte de Luciérnaga Producciones.