A Frida Kahlo (1907-1954) la parió el arte para conquistar el mundo. Con una pintura personal, dolorosa, tremendamente mexicana, repleta de realidades y símbolos, de manifestaciones políticas, se volvió universal y eterna.
Cuánta razón tuvo el escritor Carlos Monsiváis al describir, en el 2007, su fama, su trascendencia, su camino imparable; eso que ahora se llama –con un poco de superficialidad– la Fridamanía. “Frida Kahlo es ícono, leyenda, mito y poderosa realidad artística, la Santa Juana de una sociedad pequeña pródiga en personajes límite, la virgen de los abortos, la Eva retenida en el infernal paraíso de la mesa de operaciones, la enamorada que se pinta o se tatúa en la frente el rostro del amado inconcebible. Frida corresponde a una etapa de arte nacional (de México), y la trasciende, es el símbolo que ‘ya actúa por su cuenta’, la Frida pintada por Frida que Frida produce con tal de poblar de Fridas los alrededores”.
Y esa Frida Kahlo enorme, con la que todos tenemos que ver pero –admitámoslo– conocemos solo a retazos, es a la que el gigante tecnológico Google escogió para dedicarle la más grande retrospectiva digital sobre ella.
¿Cuán grande es la muestra? Caras de Frida tiene 800 piezas (69 obras y más de 700 archivos de fotos, cartas y retratos), 60 exposiciones digitales, 20 obras capturadas por Art Camera, 5 recorridos virtuales con Street View, y experiencias de realidad virtual, entre otros. Es tan amplia que se pueden pasar pasar horas de exploración en exploración hasta darse cuenta de que no es tan fácil abarcarla. Metáfora de la propia Frida. Siempre se puede regresar para encontrar otros caminos y ángulos.
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“Los artistas tienen pasión por su arte; lo van a hacer no importa lo que cueste o el sacrificio. Los que tenemos responsabilidades con ellos, como los museos, lo que tenemos que hacer es exhibirlos, promoverlos y que el público decida su valor y grandeza. Este tipo de proyectos tienen un enorme valor cultural. Esto generará que la gente quiera ir a buscar o sueñe con buscar el original”, expresó Carlos Phillips, director del Museo Dolores Olmedo en México, uno de los mayores entusiastas y socios de Google.
La ambiciosa retrospectiva digital, que reúne a 33 aliados de siete países (museos, coleccionistas e instituciones), se encuentra disponible en la plataforma web y en la aplicación móvil de Google Arts & Culture desde la última semana de mayo. Áncora les presenta algunas de las caras de Frida que hay que buscar.
La verdadera Frida
Alrededor de todo ícono se teje una leyenda en que, en muchas ocasiones, se impone la ficción. La primera sección de esta exhibición virtual pretende desmitificar la figura de esta mexicana universal y acercarse a la verdadera Frida Kahlo. Menuda tarea.
Para lograr tan ambicioso acercamiento, se ofrece una biografía comentada acerca de la artista –es una exhibición online con fotos entrañables y obras de su propia producción–, un artículo de la relación de la artista con la política y una entrevista con Frances Borzello para descubrir a Frida más allá de las anécdotas.
Esta conversación con la autora del libro Seeing Ourselves: Women’s Self-Portraits es especialmente reveladora porque la presenta una artista única que usa su imagen en el arte para impactar emocionalmente en el espectador. Además, destaca la forma en la que sobresalió, no se dejó amilanar por las circunstancias y se convirtió en una “guerrillera por la causa de las mujeres” en su época.
Borzello afirmó: “Su indomable negativa a ser aplastada o silenciada, además del espacio físico que conquistaba con su estilo personal, nos obligan a admirarla a través de las décadas”.
Vale la pena, además, entender –y explorar– cómo fue la relación de ella con su cuerpo, marcado por la poliomielitis, un accidente que casi la mata, el dolor, abortos espontáneos y más de tres decenas de cirugías.
Una mirada más cercana al arte de Frida
Uno de los apartados más fascinantes de las retrospectiva; permite sumergirse en las obras de Frida Kahlo y conocer sus historias, así como lecturas de algunos temas más allá de la impresión inicial.
Es una verdadera visita guiada por piezas como Dos Mujeres (Salvadora y Herminia), de 1928, el Autorretrato con mono (1945); por la importancia de la naturaleza en sus creaciones e, incluso, por una interpretación del cuadro Pitahayas (1938) no solo como una naturaleza muerta, sino también como otro autorretrato de la artista.
Clic por clic, las exhibiciones nos conducen por el interior de las obras, se acercan a detalles en los que sugieren prestar más atención y ofrecen las razones para hacerlo, muestran la parte de atrás de la pinturas y brindan información especializada de forma didáctica y amena.
Por ejemplo, la inmersión en la dramática obra Hospital Henry Ford, pintura sobre una placa de metal en que esta mujer mexicana recuerda su aborto en el centro hospitalario de Detroit (Estados Unidos), explica el contexto en que se creó y disecciona cada uno de los elementos pintados en la pieza. No se puede dejar de observar a Frida tirada sobre la cama del hospital, sangrante; allí está su dolor y cómo lo manifestó en la poderosa imagen.
Frida y yo
Encargado especialmente para esta propuesta de Google Arts & Culture, Frida y yo es un proyecto desarrollado entre la artista Alexa Meade, la cantante Ely Guerra y la fotógrafa Cristina Kahlo –sobrina nieta de Frida–. Ellas subrayan el aporte e influencia que Frida les ha dado como mujeres y creadores.
De la colaboración surgió un video en que, además de escuchar a la fotógrafa explicar que el arte de Frida no es surrealista, sino narrativo basado en las vivencias que le tocaron, se sigue el proceso de “un cuadro en tres dimensiones y viviente” de los que crea la estadounidense Alexa Meade.
Con la cantautora y productora musical mexicana Ely Guerra como protagonista, Meade construye una de sus conocidas instalaciones, en las que pinta el escenario, los objetos y los sujetos en un espacio; el resultado genera la ilusión de ser una enorme pintura con gran profundidad, una “pintura viviente”, pero, como se nota, hay truco.
En esta ocasión, la habitación da lugar a varios escenarios; hay flores, aves, una cama y una mujer vestida con un traje amarillo pintado para acentuar su fuerza. “Cuando soy real y natural, me siento alguien como Frida”, dice Ely Guerra al comienzo del video.
Este “retrato viviente” inspirado en la mítica artista resulta fascinante, así como los videos que muestran la construcción de esta obra.
Acercamiento a los detalles
En el 2016, Google le anunció al mundo que estaba experimentando con Art Camera, una cámara con un gigapíxel para capturar una obra de arte con sus más ínfimos detalles. Desde entonces, Google definió muy bien cómo es usar esta tecnología: bucear en un cuadro.
Debido a que Frida es una artista de fama mundial con tanto apogeo en la actualidad, el gigante tecnológico quiso capturar 20 obras de Kahlo con la Art Camera, lo cual les permite a los visitantes de la enorme exhibición virtual explorar las pinturas de la artista con una cercanía inédita.
Son 20 piezas de museos y de colecciones privadas –es decir, que pocas veces se exponen–.
Entre los trabajos de Kahlo capturados por Art Camera, además de sus pinturas más conocidas, están Muchacha pueblerina, acuarela de 1925 que pertenece al Instituto Tlaxcalteca de la Cultura; el Retrato de Miguel N. Lira (1927), obra central de la colección del Museo de Arte de Tlaxcala; Unos cuantos piquetitos (1935), dramático óleo en que se ve a una mujer apuñalada por su amante y Naturaleza muerta con perico y bandera (1951), del Museo Dolores Olmedo.
¿Qué permite esto? 1. Acercarse como nadie podría en un museo o galería. 2. Observar la técnica y la forma en que se hizo el trabajo. 3. Notar detalles que usualmente pasan inadvertidos.
La ropa de Frida
Con su forma de vestir, Frida Kahlo hizo una declaración cultural e ideológica. Uno de los ámbitos que recoge esta retrospectiva es la vestimenta de Frida Kahlo: la que usó y la que ha inspirado en el diseño actual.
En este ámbito, la exposición Las apariencias engañan detalla que Kahlo utilizó de la vestimenta tradicional “para fortalecer su identidad, reafirmar sus convicciones políticas y cubrir sus imperfecciones físicas”.
Y es posible analizar lo que ella usaba porque en el 2004 fue descubierto su guardarropa en la Casa Azul. Se hallaron 300 prendas tradicionales indígenas y no tradicionales, además de joyas y aparatos ortopédicos, entre otros objetos. ¿Estuvieron perdidos? En realidad, estuvieron “encerrados por más de 50 años, primero por petición de Diego Rivera –uno de los grandes muralistas de México– y posteriormente por decisión de Dolores Olmedo, mecenas y amiga de los artistas”, informa la muestra.
Gracias a esto es posible contemplar vestidos –incluso mirar el detalle de los bordados–, accesorios, corsés y hasta el botín que usaba en su pierna más delgada (la derecha). Y va más allá al evidenciar la influencia en diseñadores de renombre.
También se escudriña en la relación de la artista con algunos de sus objetos más preciados.
La reina del autorretrato
Caras de Frida son decenas de exposiciones en una; esto posibilita muchísimas formas de transitarla; sin embargo, al priorizar y ordenar la información se dejó algo relegado el aspecto artístico. Por supuesto es el que ha sido más estudiado y divulgado, pero un visitante interesado debe bajar bastante en la página para disfrutarlo, ya que está casi al final de la retrospectiva.
Con el título Frida Kahlo: Me pinto a mí misma se ofrece un amplio recorrido por los tipos de pintura más importantes en su obra: retratos, autorretratos y naturalezas muertas. Allí, se hace patente dicho por Frances Borzello: “Las barreras entre lo privado y lo público no existen en el mundo de Frida”.
Se profundiza en las expresiones con las que se pintó. “No necesitamos de una corona para reconocer en ella a la reina que veía en sí misma. Basta verla con esa actitud de serenidad, desafiante al espectador, como tantas veces aparecerá en sus autorretratos o fotografías”, se agrega.
El dolor físico, la imposibilidad de tener hijos y también las infidelidades de Diego Rivera forman parte de las pinturas que hizo a partir de su imagen.
Asimismo, se examinan sus obras más famosas, su simbolismo y sus enigmas. Se pueden entender mejor, entre varias opciones, Las dos Fridas, Autorretrato dedicado a León Trotsky y Autorretrato con mono.
En sus propias palabras
Es muy común escuchar lo que todos tienen que decir de Frida, ¿y su voz? Hay varias forma de “escucharla”.
Esta exhibición recoge algunas de sus cartas, parte de su diario, un repertorio de sus frases más célebres y documentos provenientes de los archivos del Instituto Smithsoniano.
La correspondencia con su madre, Matilde Calderón, permite conocer una relación que ha sido poco explorada, ya que las investigaciones han sido exhaustivas al estudiar a Frida y a su padre, Guillermo Kahlo.
Sus pasiones, anhelos, motivaciones y decepciones están bosquejadas en su diario.
En la mirada de los demás
Caras de Frida logra reunir la mirada de artistas y fotógrafos sobre la trascendental mexicana.
Algunas de los momentos que más hemos visto entre Frida y su amado Diego Rivera fueron fotografiados por Juan Guzmán y una exposición nos lleva por la mirada con la que él eternizó a la pareja y su quehacer artístico y amistades.
Los vistazos que le dieron a Frida el colombiano Leo Matiz (1917-1998) y el estadounidense Bernard Silberstein (1905 y 1999) son otras de las miradas que se aprecian en este apartado.
El legado de Frida
Como ícono, leyenda y mito, Frida Kahlo ha tenido un impacto gigantesco en el arte, en la historia del arte, en la fotografía, en la moda, en la cultura pop, en la música, en la danza...
La retrospectiva hace un repaso por las huellas que ha dejado la artista y la quiere colocar en su justa dimensión.
Para tratar de abarcar un fenómeno tan grande, se entrevista a la sobrina nieta, quien zanja la discusión sobre si se ha hablado demasiado de su vida y poco de sus creaciones: “La obra de Frida Kahlo es autobiográfica. Su vida y su obra son una misma . En la obra se ven reflejados los sentimientos y pensamientos de la pintora. Es imposible hablar de su obra sin mencionar su vida".
Además, la historiadora del arte Tere Arcq explica que a Kahlo se le redescubrió en los años 70 y habla de sus influencias artísticas. “En vida, su trabajo fue eclipsado por la figura monumental de su esposo, Diego Rivera, el artista más aclamado de nuestro país en aquellos años. No fue sino hasta las décadas de 1970 y 1980, durante el auge de los movimientos feministas, que se comenzó el trabajo de recuperación de su obra”, reconoce.
Joyitas imperdibles
–Ya sea con fines lúdicos, artísticos o educativos, Google permite explorar la obra de Frida Kahlo por colores. ¿Qué color usaba más? Cada visitante tendrá la posibilidad de averiguarlo.
–Al llegar a los videos, se encuentra uno del archivo de Televisa sobre las honras fúnebres de la artista. Se ve, por ejemplo, la bandera comunista sobre sus restos, lo cual ocasionó que posteriormente cesaran al director de la Bellas Artes, Andrés Iduarte.
–Los tours por el Museo Frida Kahlo, el Museo Dolores Olmedo y el Museo Casa Estudio Diego Rivera y Frida Kahlo, y de conocer los sitios donde ella vivió.
Google Arts & Culture
Es una plataforma gratuita –sitio web y aplicación para celulares– de Google que pretende hacer más asequible la cultura alrededor del mundo.
Es un espacio para obras de arte, artesanías, historia, artes escénicas, arte urbano y arquitectura, entre otras expresiones.
Comenzó en el 2011 con la ayuda de 17 museos alrededor del mundo e imágenes de 1061 obras de arte; actualmente, contó Luisella Mazza, directora de Operaciones de Google Arts & Culture, cuenta con 1.700 socios en 70 países, imágenes de 6 millones de objetos y 3.700 exposiciones.
Como antecedente en México, esta plataforma realizó una gran exhibición digital dedicada al Día de Muertos, en que se abordaba cómo se celebra la festividad, qué significa la muerte en México, qué tipos de calaveras se ven en la festividad, los tipos de ofrendas y mucha información relacionada.