El Museo de Arte Costarricense presentó el 14 de octubre la intervención artística conmemorativa del Bicentenario de la Independencia de la República (1821-2021), pintura mural de 380 m2 realizada por el artista Ulises Rivera “Ulillo”, que engalana las fachadas del edificio del Antiguo Aeropuerto, hoy sede del Museo, en el Parque Metropolitano La Sabana.
Sin embargo, la iniciativa para conmemorar el Bicentenario va más allá que un mural; es el resultado de un proceso de actualización al que se enfrenta la institución, y por ende el Estado, en lo que compete a las artes visuales. Desde el 2019, a través del proyecto Gestión de Colecciones Estatales el Museo brinda atención a la gestión y conservación de las obras de arte de propiedad pública que pertenecen a las 348 instituciones bajo el ámbito de supervisión del MAC.
Necesidad de actualizar
El arte ha cambiado radicalmente en las últimas décadas. El sentir de la época y las tendencias forman parte de la actualidad artística nacional, motivada por un mundo hiperconectado que ha borrado las fronteras territoriales y que nos hace partícipes de un mundo tendiente a la globalización y que requiere de una gran habilidad de adaptación.
Sin embargo, esto no sucede con la legislación nacional, que sigue atrapada entre los conceptos ya superados de finales del siglo XX, así como redacciones confusas, contradictorias y en muchos casos restrictivas. Es por ello que se planteó en el 2021 una iniciativa para atender el tema de los murales, una práctica artística que resulta compleja y de la que las instituciones recurren frecuentemente al Museo por ayuda, ya que resulta prácticamente incomprensible el proceso administrativo para su ejecución, sin mencionar las complejidades y ambigüedades cuando se suman a la ecuación los derechos de autor.
Tendencias
En los últimos años la tendencia a la creación de murales ha venido en aumento en Costa Rica, apoyadas por iniciativas como Tu Ciudad, tu lienzo, y otras promovidas desde lo público y privado, que han poblado diferentes edificios en todo el país. Para el Museo de Arte Costarricense, como institución pública, la actualización en la manera en que se gestionan este tipo de proyectos constituye un reto. Conscientes de la necesidad de poner en tensión la legislación, se inicia un proceso de diálogo e investigación.
El arte urbano o street art son formas de expresión que se desarrollan en espacios con acceso público. Dentro del arte urbano, específicamente los murales, existe la subcultura del graffiti, con un estilo muy libre que utiliza como técnica primordial la pintura en aerosol, generalmente cargado con imágenes y textos relativos a reclamos sociales y que se realizan por esencia al margen de la legalidad, puesto que muchos se ejecutan sin el permiso de los propietarios del edificio o del espacio donde se realizan. Por otra parte, está el arte público, obras que responden a otros intereses y que se entienden desde diferentes perspectivas conceptuales y técnicas, más cercanas al quehacer de las artes visuales, y que suelen ser generados por encargo.
Proceso
Debido a la doble cualidad técnica-conceptual del artista Ulises Rivera, esta hace que su trabajo trascienda por diversas clasificaciones, y al especial interés al trabajo enfocado en la revitalización de diversos contextos urbanos mediante creaciones artísticas que buscan modificar la experiencia del espacio y de la ciudad; y a los variados soportes en los que ha trabajado: vallas publicitarias, portones, puentes, negocios, medianeras y otro tipo de espacios; resultó de interés establecer un diálogo prolongado con el artista, para de manera conjunta comprender el fenómeno de la patrimonialización (resguardo y protección) de murales y/o soportes que por su naturaleza resultan temporales y en los cuales pocas veces median consideraciones como la conservación a largo plazo o la calidad de los materiales, que tantos dolores de cabeza genera a las instituciones.
Con ello, a manera de ejercicio y experimentación, se establecieron los procesos administrativos que implicarían para el Museo de Arte Costarricense la producción de un mural que, sin perder la esencia del artista, permitiera a la institución construir los instrumentos, sin contar para ello de un presupuesto especial. De esta manera, se analizó la viabilidad de un proyecto de esta naturaleza en el marco legal vigente, implementando mejoras administrativas para evitar los errores a los que se enfrentan varias instituciones al no contar estas necesariamente con asesoría adecuada en sus procesos de índole artística.
Primera obra inmaterial
El mural enfrentó el reto de intervenir artísticamente un soporte patrimonial, lo cual resultó de especial interés desde la concepción del proyecto. Para ello se establecieron las necesidades del proyecto, entendiendo las limitaciones por la declaratoria del inmueble, así como las acciones arquitectónicas para la puesta a punto del edificio. En ese marco se establece el carácter de efímero, delimitado a un período específico de existencia. Con esto se respetan las protecciones que brinda la Ley de Derechos de Autor y Derechos Conexos Nº6683 y la Ley de Patrimonio Nº7555, que muchas veces son ignoradas o mal comprendidas en estos procesos.
Una vez establecido el marco legal, y ante la posibilidad de producir la obra, el artista ofreció en donación el diseño y la ejecución del mural, debido a que el Museo no cuenta con presupuesto para adquisición de obras de arte desde 2017, lo que imposibilita hacer un concurso público. Con el ofrecimiento, se obtuvo el permiso del Centro de Investigación y Conservación del Patrimonio Cultural y la iniciativa fue presentada y aprobada por la Junta Administrativa, conscientes que el Museo se enfrentaba a un proyecto complejo, pero que serviría para establecer los mecanismos adecuados, aprendiendo de la experiencia. La obra se produjo en el marco de la exposición Recuperar y reimaginar: Nuevas adquisiciones 2018-2021.
Con este mural, Ulises Rivera se establece como el primer artista al que se le brindó el permiso para realizar una intervención artística integral en un inmueble patrimonial, y su obra, la primera inmaterial legalmente adquirida para una colección pública.
Arte y patrimonio
La elección del edificio histórico tenía otros propósitos ejemplificantes. Primeramente, atender el evidente deterioro generalizado que presentaba el inmueble a inicios de 2021, así como el interés de centrar la celebración del bicentenario volviendo la atención hacia el icónico edificio histórico.
Además, resultaba una extraordinaria oportunidad para poner en manifiesto que el patrimonio arquitectónico es un recurso vivo, demostrando que realmente los edificios históricos pueden ser intervenidos respetuosamente y seguir al servicio de quienes los habitan sin que esto implique la pérdida del “aura” de la que se refería Walter Bejamin. Buscando con esto derribar la noción generalizada de que una declaratoria implica la muerte de un inmueble, transformándolo en un ente intocable, un lastre financiero y un fósil urbano.
El arte en el espacio público
El mural, titulado “Naturaleza Libre”, es una pintura abstracta de grandes dimensiones, que consiste en apropiaciones de formas botánicas sintetizadas geométricamente, que se inspiran en la cotidianidad y los cambios repentinos del entorno en el que vivimos. La obra invita a una experiencia nueva sobre el patrimonio, un instante en el que el arte actual y la arquitectura histórica se fusionan para conmemorar tan importante evento.
Es a su vez una obra que aboga por llevar el arte al espacio público, para renovar la mirada sobre el edificio, que a pesar de su importancia, ha quedado invisibilizado, recortado y amenazado por su contexto, pasando muchas veces desapercibido, brindándole nuevamente un espacio preponderante. La obra pretende también aportar al contexto urbano circundante, el cual tantas veces le ha dado la espalda, no hace falta más que ver los inmuebles colindantes, sin mencionar la inhóspita plaza, que aporta tan poco al espacio urbano.
El arte y la arquitectura están a merced del contexto. La descontextualización y el abrupto cambio o deterioro del entorno provoca la pérdida de valores históricos, estéticos y simbólicos que tienen afectaciones directas sobre los bienes patrimoniales. Por esta razón, el mural invita a la presencialidad, a la experiencia física que nos fuera robada durante la pandemia, que jamás podrá ser reemplazada por la virtualidad, y que está tan ligada a la construcción identitaria a través del patrimonio en el espacio público.
Arte del Bicentenario
El Bicentenario de la Independencia es una extraordinaria oportunidad para conmemorar los ideales de libertad que caracterizan a Costa Rica. Pero ser independiente va más allá de la estructura política que nos organiza como país, es el motor que nos hace libres, en todos los sentidos de la palabra. La libertad es el cimiento de nuestra sociedad y uno de los derechos fundamentales del ser costarricense.
Nuestra relación y responsabilidad como ciudadanos con la naturaleza nos ha definido como sociedad. Costa Rica es referente internacional por su biodiversidad, y es precisamente en esa pluralidad y significancia de los recursos naturales desde donde se ha construido gran parte de la identidad nacional, y de donde parte la propuesta conceptual del artista.
Naturaleza libre es una intervención artística celebrativa que busca generar experiencias en el espectador y crear una nueva y temporal relación con la historia, en este caso, con uno de los edificios patrimoniales más significativos del país, un espacio de confluencia creativa y de rescate de los valores plásticos y conceptuales que históricamente ha cimentado la idea de lo nacional, y que se transforma en un lienzo para nuevamente explorar y renovar las nociones del ser costarricense. Esta intervención artística busca enriquecer la experiencia cotidiana y fortalecer la relación que tenemos con nuestra historia y patrimonio.
Concebida como una obra de carácter efímero, Naturaleza Libre permitirá actualizar nuestra mirada y percepción del edificio histórico con un carácter festivo que recurre a la naturaleza como motivo de inspiración. La obra aspira a generar experiencias desde el color y la geometría, con la voluntad de insertarse con un lenguaje contemporáneo en la construcción de un diálogo en el que los espectadores cuenten con una genuina y libre interpretación de lo que la libertad y la naturaleza resignifican en el marco de un contexto de celebración nacional. Busca dar un sentido propio a un elemento nuevo, ahora introducido en una realidad donde podemos compartir, apreciar, valorar, debatir, cuestionar, rechazar o celebrar un objeto en común.
Para ver la web del mural, puede visitar el sitio: www.coleccionesestatales.com/naturalezalibre
El Museo de Arte Costarricense abre de martes a domingo de 9 a. m. a 4 p. m. (entrada y parqueo gratuitos). Se siguen las medidas establecidas por el Ministerio de Salud.
Información adicional
Exposición recuperar y reimaginar: Nuevas adquisiciones 2018-2021: https://www.coleccionesestatales.com/recuperaryreimaginar
Proyecto Gestión de Colecciones Estatales: https://www.coleccionesestatales.com/