Como parte de su gira denominada Postal 97, el grupo argentino 2 Minutos realizó dos conciertos en el país: el martes en el bar Champs Elissés, y el miércoles en la discoteca Kontiki Point, ubicada en el Centro Colón.
Mosca, El Indio, Papa y Marcelo deleitaron a los seguidores de un género bastante discriminado en Latinoamérica.
El primero de los conciertos se realizó en Heredia el martes por la noche. A este sólo podían asistir mayores de edad. La mayoría de fanáticos se encontraban en sus casas; algunos, en las afueras del lugar; y otros, esperando el día siguiente, cuando el concierto sería para todas las edades.
A las 9 p. m., el asunto no había comenzado (llevaba una hora de retraso), pero 15 minutos después arrancó. Fue entonces cuando la agrupación nacional Mod Ska subió al escenario e invadió el ambiente de buena música latina al ritmo de ska.
La presentación de los teloneros demoró unos 40 minutos, durante los cuales demostraron que saben lo que hacen; además, lograron prender el ánimo de los asistentes para lo que venía. Cabe mencionar que el público brindó una cálida muestra de apoyo a los nacionales con algunos bailes comunes en este tipo de conciertos, como el skanking.
Tras un receso de casi una hora, los asistentes empezaron a aclamar para que los argentinos, que se encontraban ya en el lugar, iniciaran su música.
Eran casi las 11 p. m. cuando se escucharon los primeros riffs (acordes) de la guitarra argentina. Sin duda, nadie quería esperar más.
¡La gente los aclamaba!... Era un hecho que los seguidores del punk rock en Costa Rica comenzaban a disfrutar un show de esta clase con una banda internacional. Desde el anuncio del concierto, nadie lo creía posible: esto, debido a la discriminación y anonimato de dicho género en nuestro país.
No a la violencia
Ya estaban en escenario. Entre agradecimientos y una que otra broma, todo estaba listo para el arranque. "Barrio obrero Valentín Alsina!": estas fueron las primeras líneas de la canción de apertura de los argentinos, en la que hablan del humilde barrio en el que crecieron.
Desde ese momento, la gente no paró de cantar, gritar y dar vueltas durante la casi una hora que duró el espectáculo. Todo ese rato cantaron mensajes contra la corrupción policial, de disconformidad social, y algunas historias personales, siempre con un mensaje: "¡No a la violencia!"
Entre empujones y caídas, los fanáticos cantaron, una tras otra, las canciones, dándole más energía al concierto.
Sin receso, los integrantes de 2 Minutos no dieron muestras de cansancio o aburrimiento. Existió comunicación total entre los "fanáticos de la cerveza" (como llaman a estos músicos) y sus seguidores: combinación perfecta que dio el matiz adecuado al show.
Pasada la medianoche, agonizó el concierto. La agrupación complació con una canción extra y dio muchos agradecimientos a los asistentes, ya un poco cansados de saltar, gritar y correr, entre otras cosas.
Al final, las sonrisas del público revelaban la satisfacción y aprobación de un buen concierto, que hizo a más de uno pensar en una segunda parte en Kontiki Point, el miércoles por la noche.
Y así fue. Estuvimos también presentes en dicha presentación. Estuvo muy similar a la descrita, pero la diferencia fue la concurrencia. A este segundo concierto asistió el triple de personas que al primero, quizás porque estaba abierto a todo público y por la ubicación del lugar.