Mimí González y Francisco Pancho Ramírez se mueven al ritmo de la Compañía Nacional de Danza. Por veinte años, los espejos de sus salones han reflejado sus cuerpos.
Esta semana se unen a la fiesta de aniversario de la Compañía con Conversación a solas, dúo en el que estos bailarines resumen dos décadas de trabajo en común.
"Esta coreografía transcurre como en dos planos: uno real y el otro onírico. Trata de dos personas que están cerca pero no están juntas", cuenta Ramírez.
Mimí y Pancho bailan y, a veces, también conversan, como lo hicieron con Viva en vísperas del estreno de la temporada.
-¿Sobre qué hablan ustedes cuando conversan a solas?
-Mimí: Hablo sola, en voz baja, casi sin mover los labios. Me hablo para darme cuenta de lo que pienso y siento. Me hablo antes de hablar con otros...
-Francisco: Me hablo para escaparme del ajetreo actual, del bombardeo tecnológico y económico que recibimos. A solas me hablo, me regaño, me peleo conmigo, me discuto y, algunas veces, también me escucho.
-Después de veinte años de moverse al mismo ritmo, ¿qué ven cuando se ven?
-Francisco: Cuando pienso en Mimí, se me viene la imagen de la fuerza, de la tenacidad, esa capacidad sorprendente para desprenderse y dar el todo por el todo.
-Mimí: Francisco va por la vida inventando; siempre toma apuntes, dibuja, curiosea. él es un gran coreógrafo, incluso cuando baila.
-¿De qué manera el paso por la Compañía los ha definido como bailarines?
-Mimí: Para mí, la danza nunca ha sido una satisfacción egocentrista. Siempre trato de pensar en los otros, de compartir lo que hago.
-Francisco: Para mí siempre ha sido fundamental hacer, con mi trabajo, que el país sea mejor. En la Compañía encontré eco para mi propuesta en los trabajos de extensión, en las presentaciones en provincias y con la creación de la Compañía Juvenil.
-Mimí: El trabajo con la Juvenil me complementa, me mantiene ilusionada y despierta. Ellos son personas muy sensibles, talentosas y abiertas. Trabajar con ellos es un reto enorme, es un sueño que se cumple.
-¿De qué manera viven ustedes-que están aquí desde el principio- este aniversario de la compañía?
-Mimí: Yo me siento como cumpliendo años, y entonces hago un recuento de épocas.
Es muy intenso; me veo al principio, me veo hoy y, aunque no lo quiera o no lo pueda creer, entre un giro y un salto pasaron veinte años.
-Francisco: Aquí crecimos, vivimos, bailamos, gozamos y sufrimos de todo... La Compañía es como mi casa.