Goma, República Democrática del Congo . Al menos 41 civiles murieron y 44 fueron heridos en los bombardeos efectuados anoche por un avión gubernamental contra Goma, sede central de la rebelión en la República Democrática de Congo (RDC), y Uvira, también controlada por los sublevados, informaron hoy, miércoles, fuentes rebeldes.
El nuevo recuento fue confirmado por personal de la Cruz Roja en Goma, ciudad del este congoleño, donde prosiguen las labores de rescate en las viviendas de los barrios populares de Virunga y Malonga alcanzadas por las bombas.
Según portavoces de los insurrectos, algunas de éstas hicieron impacto directo en las casas y sus ocupantes quedaron destrozados por las explosiones.
Los rebeldes, que anoche habían calculado en 28 el número de muertos y en 15 el de heridos en el ataque perpetrado contra Goma por un avión Antonov, señalaron que el mismo aparato bombardeó luego Uvira, situada a 200 kilómetros al sur de la primera, y donde murieron otros dos civiles.
El líder político de los rebeldes, Ernest Wamba di Wamba, advirtió que "lo único que el Gobierno ha conseguido con su bombardeo aéreo contra Goma es prolongar la guerra".
Goma, centro político y militar de la rebelión, está situada en la frontera con Ruanda y es la primera vez que ha sido bombardeada desde el aire desde que empezó el conflicto en agosto pasado.
Wamba, quien en el momento del ataque se encontraba en Kisangani, 300 kilómetros al noroeste de Goma, aseguró que este tipo de acciones socava las recientes iniciativas de paz y acusó al presidente de la RDC, Laurent Kabila, de jugar a dos cartas: "por una parte dice desear la paz y por otra ordena a sus aviones lanzar bombas indiscriminadamente sobre civiles".
Uno de los comandantes rebeldes, el general Celestino Ilunga, dijo, por su parte, que las bombas fueron lanzadas en represalia por los avances rebeldes en el sur de la RDC, donde sus tropas han tomado la pequeña localidad de Manono, lugar de nacimiento de Kabila, en la provincia de Katanga, además de las de Bene y Dibele en el río Sakuru.
Ilunga confirmó que grandes concentraciones de fuerzas rebeldes se preparan para atacar el centro diamantífero de Mbuji-Mayi, capital de Kasai Oriental, la mayor fuente de financiación de Kabila para mantener la guerra.
Portavoces militares congoleses han desmentido, entretanto, la caída de Manono y afirman que la ofensiva rebelde, que se desarrolló el pasado fin de semana, fue repelida por las tropas gubernamentales, que tomaron numerosos prisioneros entre los insurgentes, incluidos varios soldados ruandeses.
Los contínuos esfuerzos de la comunidad internacional y las numerosas iniciativas de paz de varios líderes africanos no han logrado hasta ahora que las facciones en pugna negocien seriamente un armisticio, aún a pesar del "cansancio" que los diez meses de guerra causa a los siete países directamente involucrados.
Laurent Kabila cuenta con el apoyo de fuertes contingentes militares zimbabuos, angoleños y namibios, mientras que los rebeldes, liderados por los tutsis congoleños conocidos como Banyamulengues, están apoyados con tropas de Uganda, Ruanda y pequeños grupos militares de voluntarios de Burundi.
Edición periodística: Adriana Quirós Robinson, La Nación Digital. Fuente: agencias.