La gigante tecnológica Intel es una de las empresas estadounidenses que expresó a la presidenta Laura Chinchilla preocupación por el precio de la energía eléctrica, pues impacta directamente sobre los costos de operación de su planta en Belén.
Chinchilla reconoció ayer que ejecutivos de Intel, con quienes se entrevistó el lunes en San Francisco, reiteraron su interés en contar con tarifas que faciliten su producción, además de tener garantías de abastecimiento para el mediano plazo.
“Es un factor que está pesando en la competitividad. Tenemos uno de los costos más altos de la región”, reconoció la presidenta, que aprovechó para señalar la urgencia de aprobar, al menos, el proyecto de ley de contingencia energética, dado el difícil ambiente legislativo que enfrenta el proyecto de ley general de electricidad
Intel, con 13 años de haberse instalado en Costa Rica, representa el 20% de las exportaciones nacionales. La empresa se beneficia con el sistema de tarifas para la industria, por volumen de consumo.