En pleno siglo XXI, nadie creería que queden mujeres que sueñan con conocer al príncipe azul. Sin embargo, Kate Middleton parece ser la excepción: ella es la chica que tuvo esa fantasía, la cual está a punto de hacerla realidad.
Middleton, quien vive una historia de cuento y lleva una vida relativamente normal, verá coronado su sueño el 29 de abril del 2011, cuando se case con el príncipe Guillermo, segundo en la línea de sucesión al trono británico.
Desde que era una adolescente, esta joven adinerada por cuyas venas no corre sangre real, estaba trastornada con todo lo relacionado con la realeza.
En una biografía sobre ella, hecha por la revista colombiana
Tal era su gusto por la monarquía que sus amigas la llamaron la princesa Kate, sin imaginar que eso se podría cumplir.
En el 2005, ella dejó claro que, pese a su sonado romance, deseaba proteger su intimidad.
A finales de ese año, dos fotos suyas –una en la que hacía las compras navideñas y otra en la que se le veía en un autobús camino a una entrevista de trabajo– fueron publicadas en la prensa británica.
Esas imágenes fueron la gota que derramó el vaso en el seno de la familia real y en Middleton. En esa ocasión, ellos amenazaron con recurrir al Tribunal europeo de Derechos Humanos si la prensa seguía publicando imágenes privadas de la joven de 28 años.
Como consecuencia de eso, emporios como
Con esto dio mucho de qué hablar. Antes de esto, solo había sido protagonista de dos escandalillos: uno cuando desfiló, en una pasarela de su universidad, con un transparente vestido y otro por su gusto por el
Precisamente, fue durante aquel desfile, realizado en el 2002, en la Universidad de Saint Andrews, en Fife, Escocia, donde posiblemente los enamorados cruzaron miradas por primera vez, según detalla la revista española
Cuando ella desfiló, Guillermo –quien había pagado $313 para asistir a la pasarela– aplaudió feliz desde las butacas. Sin embargo, fue el año siguiente cuando la pareja comenzaría su noviazgo.
En una biografía hecha por la revista británica
Graduada en el 2005 con excelentes calificaciones, la novia del príncipe trabaja actualmente para la firma textil Jigsaw, como compradora de complementos (zapatos y accesorios de moda, entre otros). Según
Su preparación académica, así como el hecho de que casará a una edad madura, hacen creer a Christopher Wilson, biógrafo de la realeza británica, que Middleton asumirá el papel de esposa del príncipe Guillermo en mejores condiciones que hace más de 20 años lo hiciera la carismática Diana de Gales.
“Kate es más madura que Diana y llega al matrimonio sin las cargas emocionales que arrastraba la princesa. Y está mucho más preparada que Diana para lo que se le viene encima”, apunta Wilson.
Otros columnistas dedicados a escribir sobre la realeza insisten en comparar a Kate con Diana, especialmente por el enorme sentido de la moda de ambas. Para estos expertos, la novia de Guillermo tiene el mismo carisma que caracterizaba a Diana Spencer, con la única diferencia que Middleton no desciende de miembros de la realeza.
La revista
La lista de ancestros de los Middleton incluye mineros, obreros y otros asalariados de bajo rango.
De concretarse el matrimonio, ella pasaría a ser la primera mujer de origen modesto en contraer matrimonio con un miembro de la corona británica en 350 años.
Ni siquiera Camilla Parker-Bowles, esposa del príncipe Carlos de Gales, quien ha sido duramente criticada, está desligada de la nobleza, ya que es nieta de un barón y descendiente directa de Guillermo el Conquistador, fundador de Inglaterra.
Los Middleton fundaron Party Pieces, buscada firma de celebraciones infantiles que, por estos días, ha aumentado su popularidad, gracias al enlace real, según detalló un reportaje de periódico
Por las ganancias del negocio, la novia del príncipe asistió a las mejores escuelas y se codeó con destacadas personalidades del Reino Unido.
Además, gracias a la fortuna que le deparó la empresa, la familia Middleton correrá con parte de los gastos de la boda de su hija con el príncipe Guillermo, por aquello de aplacar los rumores de un pequeño sector de la sociedad británica que los ha llegado a catalogar como arribistas.