El turista extranjero que visita Estocolmo, Suecia, no solo descubre a una de las ciudades más pintorescas de Europa, sino que ahora puede conocerla de la mano de ABBA, uno de los grupos más populares y legendarios de todos los tiempos.
El recorrido semanal por la
Ya el nombre ABBA (sigla con la primera letra de Agnetha, Björn, Benny, Anni-Frid) se le aparece al visitante a Suecia desde el tradicional “¡Bienvenidos a Estocolmo!”, en el amplio aeropuerto Arlanda.
Allí, el Salón de la Fama ya tiene el retrato de la banda que revolucionó la música pop, junto a otros personajes sobresalientes de la vida del país como Björn Borg, Greta Garbo, Ingrid Bergman, Alfred Nobel, Brit Ekland y el rey y la reina.
Este tributo a un grupo que ya vendió casi 400 millones de discos –cifra solo superada por Elvis Presley y Los Beatles–, toma relevancia, precisamente, hoy a los 40 años de su nacimiento como ícono, que fue desde 1972. Se añade el hecho de que, en diciembre, se cumplirán tres décadas desde su separación en 1982, en su última actuación en un programa televisivo británico.
Pese a su alejamiento de los escenarios artísticos y ofertas multimillonarias que rechazó para volverlos a reunir en giras mundiales, ABBA está más vigente que nunca entre sus muy fieles seguidores.
Las contagiosas tonadas, que se bailan frenéticamente en discotecas y son cantadas por viejos y nuevos adeptos, influyen en artistas, el cine y la televisión. Son el deleite de los
Ambos muchachos formaron una estable sociedad de compositores y a mediados de 1969 conocieron a sus medias naranjas: Björn a Agnetha (la rubia) y Benny a Anni-Frid,
La primera sesión se dio en un día como hoy, el 29 de marzo de 1972.
Era solo un proyecto y en esa época los cuatro lanzaban discos en forma individual. ABBA no existía como una verdadera banda, y las damas eran virtualmente invitadas como vocalistas, en un álbum lanzado por el dúo Björn & Benny.
Pero hubo más versos cantados por ellas, al adquirir sus voces más relevancia. Surgió el entusiasmo de que había algo bueno y Stig Andersson, dueño de la disquera Polar Music, en Estocolmo, lo selló con el poco elegante nombre de Björn & Benny, Agnetha & Anni-Frid.
“Las chicas solo vinieron a ayudar a sus novios. No podía acreditar esa grabación a Björn & Benny, son las chicas quienes la hacen funcionar. Deberían ser acreditadas también. Lancen este disco, dejen que el público se familiarice con ustedes, no como un acto, sino como un grupo. Dejen que el público diga si hay futuro como cuarteto”, señaló esa vez Stig, posterior editor, manejador y compositor de ABBA.
La pieza de dos minutos y 45 segundos de duración fue un éxito aceptable en Suecia, en el verano de 1972; mientras que en Costa Rica el sencillo llegó a ser el número 10, en las listas de la juvenil
Una combinación mágica e inesperada. Las voces de las muchachas constituían el estilo más fuerte de la grabación. Agnetha es soprano, con voz más aguda, y
La pieza
Al final de cuentas,
Ya como ABBA ganó gran popularidad mundial el 6 de abril de 1974, en Brighton, Inglaterra, donde ganó el Festival de Eurovisión con la canción
En esa época, sus álbumes lideraron las listas de los más vendidos en Europa y su impacto cultural fue elocuente, al ser los primeros artistas del género en obtener éxito fuera del mercado europeo.
Grabaron ocho discos, la cinta
El capítulo final de ABBA, con su estilo de pop melódico y directo, letras simples y voces femeninas que eran armoniosas, se dio hace 30 años, en 1982, durante “tiempos de alegría y tiempos de dolor”, como ellos mismos lo describieron.
La ruptura del grupo sobrevino cuando las parejas concretaron sus divorcios; primero fue Agnetha y Björn, en 1980, y después Benny y
El cuarteto se había reunido en el 2008, para ir a la premier en Suecia de
Por su parte, en el 2009, Agnetha y
El mayor honor lo recibieron Benny y
En enero, Agnetha hizo una rara aparición en público en la gala anual de la moda de la edición sueca de la revista
Pese a años de rumores, los líderes de ABBA, Björn y Benny, permanecen firmemente opuestos a una reunión del grupo, incluso en el 2000 rechazaron una oferta de $1.000 millones para realizar una gira musical de 100 conciertos.
“ABBA debe permanecer en la memoria de la gente y que nos recuerde cómo éramos: jóvenes, exuberantes, llenos de energía y ambiciosos”, dijo Ulvaeus, en el 2008.
No respondieron públicamente a la sugerencia que el año pasado hizo Agnetha, respecto a que el grupo “se reúna, hable sobre los viejos tiempos y tal vez actúe junto”.
El caso de Björn preocupa. Padece desde el 2008 graves pérdidas de memoria, que le hicieron olvidar hechos de su vida como su militancia en ABBA. Mientras espera un diagnóstico que confirme si se trata del mal de Alzheimer, recurrió a tratamientos de hipnosis para intentar recuperar su memoria.
En definitiva, el cuarteto sueco más famoso superó la prueba del tiempo, 40 años después de lanzar su primer éxito. ¡ABBA está más vivo que nunca!